No hay nada mejor para los escritores de ciencia ficción que inventar un fenómeno o una sustancia con terribles propiedades que justifican los eventos de sus películas, novelas, y/o videojuegos. Entre los ejemplos más recordados aparece el gas 2-4-5 Trioxin, responsable directo por la creación de zombies indestructibles en la saga Return of the Living Dead. Inspirado en un arma química real, el 2-4-5 Trioxin puede matar a una persona y hacerla regresar con facilidad, sin pérdida de habilidad o inteligencia.
Superman tiene a la kriptonita. El virus T sembró el caos en todo Resident Evil. La humanidad entera depende de la especia melange en el universo Dune. Muchas de nuestras historias favoritas tienen como pieza central a un mineral, un químico o un agente biológico ficticio que les da poder a los personajes, los debilita, los vuelve locos, o simplemente los mata.
Sin embargo, existen casos extremos como el del 2-4-5 Trioxin. La historia de este gas se remonta al comienzo de la saga Return of the Living Dead. Si hacemos un poco de memoria, la primera película en esa serie sirve de secuela alternativa para el clásico Night of the Living Dead de George Romero y John Russo.
Las diferencias entre ambos creadores y el hecho de que Night of the Living Dead terminó en dominio público hizo que pudieran continuar cada uno por su lado, Romero con las películas «Dead», y Russo con sus novelas y películas «Living Dead».
De hecho, Russo tuvo la sutileza de indicar en su canon que Night of the Living Dead se basaba «en eventos reales», y que Return of the Living Dead contaba «la verdadera historia».
El gas 2-4-5 Trioxin
Ahora, Romero siempre fue ambiguo a la hora de explicar la razón detrás de su invasión zombie (salvo por la hipótesis en «Night…» de la contaminación radiactiva traída por una sonda que regresó de Venus), pero el 2-4-5 Trioxin en Return of the Living Dead le dio al origen de los muertos vivientes una capa extra de complejidad.
El gas fue desarrollado por la Darrow Chemical Company para el Ejército de los Estados Unidos como potente herbicida destinado a destruir plantas de marihuana (una función similar a la del Agente Naranja real que arrojaron en Vietnam), aunque el ejército no tardó en descubrir su efecto secundario: Restaurar las funciones del sistema nervioso en cadáveres de todo tipo (humanos, animales salvajes e incluso insectos), y en sus fragmentos.
Con una toxicidad extrema, el 2-4-5 Trioxin puede matar a un ser humano con una exposición concentrada y traerlo de regreso en poco tiempo, experimentando durante el proceso un avanzado cuadro de fiebre, mareos, palidez, hiperhidrosis e hipoxia general. El gas se presenta con un color amarillento, blanquecino o verdoso, y posee propiedades irritantes, de modo tal que causa una sensación de quemaduras sobre la piel.
El efecto de 2-4-5 Trioxin
Una de las consecuencias más perturbadoras de la zombificación con 2-4-5 Trioxin es que la víctima conserva toda su inteligencia y habilidad, lo que también se extiende a hablar, correr, razonar y usar herramientas (cadenas, radios, etc.).
A diferencia de otros zombies que consumen carne, las víctimas del 2-4-5 Trioxin concentran su apetito en los cerebros humanos. La ingesta de cerebros tiene un efecto analgésico en los zombies, bloqueando temporalmente el dolor asociado a la descomposición de sus cuerpos (después de todo, no pueden escapar al rigor mortis).
Al mismo tiempo, los zombies son muy difíciles de detener, y presentan inmunidad a ataques convencionales como la destrucción de sus cerebros o el desmembramiento.
A pesar de su aparente volatilidad, el 2-4-5 Trioxin es estable y resistente, soportando temperaturas de miles de grados Celsius. Cualquier intento por cremar a los zombies sólo lograr liberar al gas en la atmósfera, garantizando su regreso como lluvia ácida que irrita la piel.
El Trioxin líquido no es lo suficientemente potente para matar a una persona, pero si entra en contacto con cadáveres (digamos, aquellos enterrados en un cementerio), lo más probable es que los haga volver.
La única forma de almacenar al 2-4-5 Trioxin es en tanques presurizados de metal, acompañado por los cuerpos de sus víctimas, que parecen entrar en una especie de hibernación. Por otro lado, el único método seguro que permite detener a los zombies es la electrocución, un detalle revelado en la segunda película.
El gas conservó su forma original por los primeros tres filmes, mientras que en Return of the Living Dead: Necropolis pasó a llamarse Tryoxin, y los zombies recibieron un nerf considerable, a un extremo tal que es posible eliminarlos con un par de disparos.
Los fans justifican esto diciendo que Tryoxin es una variante más débil del gas, algo que parece estar en línea con su uso como droga recreativa en la quinta película. El 2-4-5 Trioxin es una parte fundamental del ADN de Return of the Living Dead, y no han faltado casos en los que se usó con fines cómicos, entre los que se destaca una campaña falsa en el portal Activism.
(Del Archivo de NeoTeo, originalmente publicado el 11 de mayo de 2018)
No conocía estas películas.
EHHHHHHHHHH!??? La primer es, por lejos, la mejor película de zombis jamás hecha. Todo un clásico.
ahhh, es ficción… jajajajajaja