¿Por qué es preferible que un reproductor de música sea liviano y funcional? En realidad, estos dos términos pueden aplicarse a cualquier tipo de software, pero han sido demasiados los ejemplares que, con el paso de sus versiones, se han vuelto más pesados e intolerables para nuestros sistemas, comenzando por el mismo Windows Media Player. Hace poco mencionamos que la gente detrás del AIMP liberó al público la primera beta de la versión 3.0, pero uno de nuestros lectores nos recomendó darle un vistazo a 1by1, y eso fue exactamente lo que hicimos.
Hoy en día, reproducir música es algo extremadamente sencillo para cualquier ordenador. Incluso es posible hacer esto con sistemas muy antiguos, pero más allá de lo que pueda hacer o no el hardware, el software posee un rol muy importante. En materia de reproductores, la edición Lite del Winamp sigue siendo una gran opción. También tenemos al excelente Foobar2000, que recibió una actualización hace poco más de un mes. Y en el día de ayer, comentamos que la versión 3.0 del AIMP había alcanzado el estado de beta pública. Evidentemente, hay para elegir. Estos tres reproductores comparten muchos aspectos, pero es el usuario quién determina qué función o qué opción disponible le sirve mejor. La idea del reproductor espartano y minimalista nos ha acompañado durante mucho tiempo, y conserva el mismo atractivo de siempre. Sistemas con un par de años encima, o que poseen un bajo poder de procesamiento por cuestiones de diseño (nettops, netbooks), se benefician mucho de esta clase de aplicaciones.
Y con esto en mente, así fue como nos han recomendado a 1by1, un reproductor de música que deja de lado conceptos como listas de reproducción o bases de datos, saltando de un mp3 al otro directamente desde sus carpetas de origen. Su apariencia es ciertamente humilde, con una estructura en árbol similar a la que se puede encontrar en el Explorador de Windows, y un panel de información en la parte inferior. Los iconos son pequeños pero funcionales, y lo mismo se puede decir tanto de la barra de progreso como del control de volumen. Si eso no les parece suficiente, también posee un "modo compacto" que reduce aún más el tamaño de la ventana, concentrándose sobre los botones principales. Su menú de configuración avanzada ofrece varias opciones para alterar la apariencia del reproductor, como el cambio de las fuentes o el color de fondo. También existen parámetros para mejorar la calidad del audio. 1by1 cuenta con valores predeterminados, pero esto es algo que cada usuario deberá probar por su cuenta para encontrar los niveles ideales.
Por defecto, 1by1 soporta formatos MP3 y MP2 (para quien todavía lo utilice), pero su compatibilidad con plugins de la versión 2.x del Winamp le permite adoptar otros formatos. Entre sus limitaciones nos hubiese gustado encontrar un ecualizador más completo. Sólo tiene tres bandas, y puede ser un poco complicado hallar los niveles que queremos. Y obviamente, al ignorar cosas como las listas de reproducción, se requiere de una buena administración de carpetas y nombres por fuera del programa para mantener las cosas en orden. Por lo demás, nunca lo hemos visto superar los 9 MB de RAM durante la reproducción, algo que sin lugar a dudas nos hace considerarlo como un software liviano. Si prefieres administrar tu música manualmente y no te agradan las listas de reproducción, 1by1 es lo que buscas. Funciona, sin dar vueltas ni atosigar al usuario, algo que otros reproductores (WMP, iTunes) no parecen haber comprendido del todo aún.
Nuestro agradecimiento al usuario "deadfunk" por habernos recomendado 1by1, y compartir el enlace a su sitio oficial.