Tarde o temprano, todo entusiasta de la electrónica va a querer jugar con alto voltaje. Lo más probable es que termine improvisando algo usando las partes de un horno de microondas o el flyback de un viejo CRT, y a decir verdad, obtener chispas no es la parte más complicada. De hecho, ya hemos visto casos en los que «cargan» móviles con un millón de voltios, pero esta vez se trata de unos 100.000 voltios, aplicados sobre un perfboard. Si no fuera tan peligroso, el patrón de luz sería hermoso para tener como adorno…
Cuando uno piensa en alto voltaje, una de las primeras cosas que viene a la mente es la red de cables de alta tensión. En el pasado, los locos maravillosos de Kreosan demostraron cómo cargar a un teléfono móvil usando esas líneas, pero también exploramos de cerca su tendido con drones, y el riesgo asociado a su mantenimiento durante la instalación de separadores. La otra alternativa es seguir el camino de las bobinas Tesla. Construir una está entre los proyectos DIY más atractivos y exigentes, sin embargo, existe la posibilidad de adquirir bobinas como kits por un promedio de 100 euros. Ahora, lo que vamos a compartir aquí hoy no es una línea de alta tensión, ni tampoco una bobina Tesla, pero tiene el riesgo, tiene las chispas, y tiene el atractivo visual.
Una fuente de alimentación, un rectificador, un par de MOSFETs, dos bobinas de encendido, y 100.000 voltios para jugar. Por supuesto, las bobinas no van a durar mucho bajo semejante presión… pero sí lo suficiente como para crear hermosos patrones de luz usando de «puente» a un perfboard, un simple PCB utilizado en la fabricación de prototipos. Como era de esperarse, la electricidad trata de seguir la ruta de menor resistencia, y no una diagonal, lo que hace aún más aleatorios a los patrones. Al reproducir el vídeo con una velocidad de 960 cuadros por segundo, la definición y la claridad entre un patrón y otro aumenta.
Imagino que existen diferentes maneras de hacer a todo el artefacto más amigable con la integridad física y la salud general del usuario, pero a menos que Drake Anthony (también conocido como styropyro) desee hacer una segunda parte, esto deberá servir de referencia. Para cerrar, la misma recomendación de siempre: Tengan mucho cuidado si tratan de reproducir al dispositivo, la idea es divertirse y aprender, no terminar en el hospital (o peor aún, tres metros bajo tierra).
