Es inevitable. Un día, la luz divina que parpadea alegre entre los leds de tu router, deja de lucir. La pesadilla se produce y por más que intentas revisar el sistema, aquello no tiene solución: te has quedado sin Internet. Por motivos técnicos la operadora falla y quedas desconectado del mundo. El desastre. Y hasta pasadas horas, e incluso días, tendras que sobrevivir sin tu ración diaria de conexión a Matrix. Pero tranquilo, disponemos de un kit de emergencia para ayudarte a resistir mientras se restablece la vida. Te proponemos 10 cosas que podrás hacer que no necesitan de Internet y que te procurarán momentos de júbilo tan satisfactorios (o más).
1) Leer libros
Internet ha canibalizado la lectura en su propio beneficio y ahora se emplea mucho más tiempo en leer lo que aparece en una pantalla que lo que tenemos impreso en los libros. La cantidad de información presente en la red resulta tan masiva que nos ha desbordado y apenas tenemos tiempo ya ni para apartar la vista del monitor. Cuando las compañías deciden equivocarse y dejarnos un tiempo sin Internet, es el momento perfecto para recupera viejas y deliciosas tradiciones. En este caso, leer un buen libro. Aconsejamos las siguientes obras para engancharse rápido y pasar unos momentos de disfrute memorables.
2) Escuchar música
Suena a tópico de final de currículum pero os garantizo que una buena audición puede proporcionaros momentos de auténtica delicia. Para escapar un poco de lo habitual, proponemos que marchéis con los auriculares y el mp3 hacia una playa desierta o una montaña solitaria. Buscad un rincón acogedor, enfocad los ojos al horizonte y dejaros llevar por la mágica conjunción de armonía sonora y visual. La experiencia puede llegar a ser multiorgásmica.
3) Ir al cine
Despégate del monitor, hombre. Ya está bien. Sal al cine a ver los últimos estrenos. Ponte morado de palomitas y de refrescos. Cómete un kilo de gominolas y deja las preocupaciones en el sótano de tu casa. Por una vez que pagues las abusivas tarifas que impone la industria cinematográfica no te va a pasar nada. Disfruta de la pantalla gigante, del volumen atronador a salvo de vecinos y madres pesadas. Disfruta de las risas del público, de los gritos de terror de las adolescentes, de las lágrimas fugaces de los sensibles. Disfruta de la compañía de un amigo, para criticar sin compasión la película. O goza del calor de una amiga, en la protectora oscuridad, deslizando una mano furtiva en dirección a lugares peligrosamente deliciosos.
4) Ver series
Aprovecha el respiro que te ofrece la droga…digoooo Internet, para ver todas aquellas series que ocupan lugar en tu saturado disco duro gracias a la maravilla del P2P y que hasta hoy no habías podido disfrutar. Las gigas se acumulan entre los sectores de tu disco y es el momento de dar salida a las magníficas series que pueblan el panorama televisivo. Pueden igualar, o incluso superar, la adicción que produce Internet. Advertido quedas.
5) Formatear el PC
Llevamos años esperando el momento adecuado para formatear por fin ese sistema operativo cuyos fracasos nos salen ya por las orejas. Lento, pesado, fallón. De esta manera se encuentra nuestro ordenador, tras cientos de programas instalados, otros cientos desinstalados y la interminable navegación por infinitas páginas sospechosas. Los pantallazos de la muerte se han convertido en nuestros inseparables amigos, la lentitud forma parte de nuestra vida y las constantes apariciones estelares de los avisos de error son la banda sonora de nuestra existencia. El botón del Power lo tienes gastado de tanto reiniciar y el disco de sistema que tenías preparado para comenzar el formateo y posterior instalación se encuentra hundido en las profundidades del abismo de polvo acumulado. Ya es hora de sacudirlo y comenzar la puesta al día de tu sistema informático. Te proponemos los programas básicos que deberán aparecer en tu máquina cuando te dispongas a instalar el sistema operativo.
6) Ordena tu habitación
Se te acabaron las excusas. Una vez que te has quedado sin Internet y has hecho los puntos anteriores, no te queda más remedio que ponerte a ordenar tu espacio vital casero. Allí pasas la mayoría de horas de tu vida. Dale el gusto a tu madre/esposa y ponte a ordenar la leonera que tienes montada. Si no te caben las cosas en el mobiliario existente, date una vuelta por la ciudad y cómprate alguna mesita o cajas de plástico que dan mucho de sí y permiten guardar montones de cachivaches. A ver si te gustan estas propuestas.
7) Haz vida contemplativa
Sal a la calle. Pasea. Observa como se mueve el mundo, como camina la gente, como se menean los árboles, como se desplazan las nubes. Siéntate en un bar, pídete un café bien cargado y disponte a profundizar con atención en la manera que respira el mundo. No te cortes. Mira a los ojos a la gente. Sumérgete en las profundidades de sus vidas. Imagina que esconden esos iris oscuros. Piensa la historia de cada cual que pase por delante de tu campo de visión. Saborea el café. Saborea el olor de la ciudad, el perfume de las chicas que cruzan, la fragancia de las comidas. Cierra los ojos y concéntrate en los sonidos de la urbe. Los taconeos de las mujeres, el rumor de las conversaciones ajenas, el ruido lejano del tráfico, los sonidos de la vida. Los mejores sitios donde dejarse llevar.
8) Actividades con los amigos
Cuando Internet tiene la desvergüenza de marcharse, es hora de acordarse de algo muy enigmático que le llaman "amigos". Son unos seres con patas que habitan en casas cercanas y que te hacen compañía cuando se les solicita. Con la pérdida de costumbre, cada vez recordamos menos sus caras y sus voces, pero con esta oportunidad que nos ha dado el corte de la línea, podemos aprovechar para recuperarlos y sentirnos acompañados por ellos. Cosas que podemos hacer con los amigos.
9) Aprender algo manual
Un ordenador conectado a Internet no debería ser el único objeto que conoces. Existe vida más allá del mundo binario del PC. Nuestros antepasados han ejercitado la diestra en múltiples actividades manuales y culturales que les han proporcionado auténticos momentos de placer intelectual y artístico. Cuando Internet desaparece, llega el momento de volver a los ancestros y recrearnos con las posibilidades que nos brindan nuestras manos y nuestro pensamiento abstracto.
10) Escribir una nota chorra sobre las 1o cosas
que podrías hacer si te dejan sin Internet, mientras diseñas figuras curiosas utilizando las propias frases del texto(lo que hace el aburrimiento) y haces creer a los lectores que eres una persona con recursos capaz de prescindir de Internet para poder realizar otras cosas tan interesantes o más.
En definitiva: