Gangnam Style, vídeos de artistas famosos, cortos virales, millones y millones de reproducciones… creo que no hay dudas al considerar a YouTube como el gigante de los vídeos en la Web. Aún así, una nueva publicación del Wall Street Journal indica que a pesar de haber contribuido con el 6 por ciento de las ventas de Google el año pasado, YouTube no generó ganancias netas, y apenas está logrando igualar su balance.
Número tres en Alexa a nivel global, mil millones de usuarios activos por mes con seis mil millones de reproducciones en el mismo período, ingresos por cuatro mil millones de dólares en 2014… YouTube es un monstruo. Otros portales se mueren de la envidia por su presencia mental entre los usuarios y por el contenido que se comparte, pero lo cierto es que en Mountain View aún están tratando de encontrar la fórmula para que YouTube gane dinero, ocho años después de su adquisición. Esos cuatro mil millones del año pasado se traducen en el 6 por ciento de las ventas generales de Google, sin embargo, sólo le alcanzan al servicio de vídeo para dejar el marcador en cero. ¿Cómo puede ser que uno de los titanes de la Web no quede del lado positivo tras casi una década en línea?
Uno de los desafíos principales que debe enfrentar YouTube es el mantenimiento sus servidores. Los usuarios suben en promedio 100 horas de contenido por minuto, y sostener la infraestructura necesaria para lidiar con semejante carga es mucho más que un compromiso técnico. El artículo del Wall Street Journal (lamentablemente detrás de un «pawyall») también destaca que la mayoría de los usuarios consume los vídeos de YouTube por fuera del sitio, cuando lo ideal sería que ingresen a través de la página principal y exploren los canales allí. Un vocero de YouTube rechazó dichos del periódico, e indicó que la mayoría del tráfico proviene de YouTube.com o de sus aplicaciones móviles.
Por otro lado, YouTube se ha visto obligado a reforzar su posición firmando acuerdos exclusivos con algunas de las estrellas más importantes en el servicio, debido a que competidores directos como Facebook, Crackle de Sony, y el futuro portal Vessel (desarrollado por varios ex Hulu) buscan activamente la manera de persuadirlos para que cambien de plataforma. A todo esto se suman detalles paralelos, por ejemplo aquellos usuarios que no desean monetizar su contenido o que simplemente no están en condiciones para hacerlo, y la intervención de mecanismos para bloquear publicidad (se calcula que el 50 por ciento de los usuarios de YouTube bloquea anuncios). En YouTube exploran varias posibilidades, desde suscripciones como Music Key hasta ofertas premium para los anunciantes. Aunque parezca mentira, hay mucho por mejorar.
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