Eso es todo. Durante el día de ayer, Microsoft concluyó el soporte extendido de Windows XP, cerrando un ciclo que superó los doce años y medio de duración. Con tres de cada diez ordenadores aún utilizándolo, a cualquiera le gustaría creer que su historia no terminó, pero lo que se inicia ahora es una carrera contra el reloj, buscando alternativas de migración, o métodos externos para asegurar a un sistema operativo que se ha quedado sin protección oficial.
Es un buen momento para mirar con otros ojos a ese hardware viejo que tienes acumulado. Lo mismo se aplica a las terminales en tu trabajo, máquinas industriales, e incluso cajeros automáticos. Para todas esas plataformas, Windows XP fue la primera y única opción… pero ayer se interrumpió su soporte extendido. ¿Qué significa con exactitud? Microsoft dejará de ofrecer actualizaciones, corregir errores, y eliminar vulnerabilidades, a menos que el usuario decida pagar por asistencia adicional (detalles más adelante). Desde un punto de vista técnico, no todas las versiones de Windows basadas en XP se quedaron sin soporte, pero las que han estado más expuestas a los usuarios durante estos doce años y seis meses, necesitan atención urgente. A pesar de dar un margen de tiempo considerable, nos queda la sensación de que Microsoft no hizo un buen trabajo convenciendo a la gente de abandonar a Windows XP. Muchas decisiones sobre parches y soporte para ciertos productos fueron interpretadas como maniobras de coacción, cuando se podría haber tomado otra ruta. En lo personal, considero pésima la decisión de no haber lanzado un Service Pack 4, y contribuye a la situación de inseguridad que deben enfrentar las instalaciones actuales.
Por otro lado, aquellos que tildan de anticuado a Windows XP no lo hacen sin fundamento. Su llegada al mercado fue el 25 de octubre de 2001. No había Facebook, Twitter, o YouTube. Ni siquiera existía el Google Docs que uso para escribir estas líneas. La historia indicará que Windows XP nació en una época marcada por el dolor. Su presentación oficial, con Bill Gates a la cabeza, se realizó en New York pocos días después del atentado a las Torres Gemelas. El entonces nuevo sistema operativo tenía muchas cosas por reparar. Windows Millennium había sido lanzado un año antes, convirtiéndose en la pesadilla de turno para millones de usuarios que conocieron de cerca la dura experiencia del downgrade. La nueva apariencia en su interfaz, el menú de inicio con dos columnas, la inclusión de la tecnología ClearType para mejorar las fuentes en pantallas LCD, y un paquete integrado de conectividad (IE, Messenger y Outlook Express) dieron forma a sus mejoras más relevantes. Windows XP fue dividido en dos versiones principales, Home Edition y Professional, y con el paso de los años se desarrollaron ediciones adicionales, en un intento por cubrir necesidades más específicas. Esa estrategia rindió sus frutos: En enero de 2007, el sistema operativo alcanzó un escalofriante 76.1 por ciento del mercado.
El problema actual de Windows XP en materia de seguridad está derivado de sus serios antecedentes. Recuerdo como si fuera hoy la aparición del gusano Blaster, que si bien no fue una vulnerabilidad 0-day, reveló al mundo el hecho de que el sistema operativo podía ser un colador si los usuarios no tenían cuidado. Esta línea de ataques siguió con Welchia, Sasser, y otras variantes, obligando a Microsoft a implementar un firewall mucho más agresivo, y presentar el nuevo Centro de Seguridad, que monitorea tanto el estado del firewall como el de las actualizaciones y el antivirus. Mantener seguro a Windows XP será una tarea cada vez más complicada en los próximos meses. La mayoría de los desarrolladores de antivirus han garantizado el soporte de sus productos por un tiempo razonable (un año suele ser lo más común) y esto incluye al propio Microsoft con su Security Essentials. La ausencia de soporte oficial también se extiende a otros productos, como Office 2003, Internet Explorer 8 (en XP) y Outlook Express, y si una pieza de malware no puede atacar directamente al sistema operativo, tal vez lo intente a través de un documento o un correo electrónico. Quienes deban ganar más tiempo, lo lógico será que dejen a un lado las herramientas integradas en XP y utilicen soluciones externas.
Otra alternativa, una que imagino adoptarán muchas compañías y gobiernos, es la de pagar a Microsoft para extender el soporte. En los últimos días, se registraron dos casos de alto nivel: El gobierno holandés llegó a un acuerdo con el gigante de Redmond para cubrir sistemas estatales, y aunque la suma exacta no trascendió, se habla de unos ocho millones de dólares. En una movida similar, el gobierno británico coordinó con Microsoft un pago de 5.5 millones de libras esterlinas (cerca de siete millones de euros) con el objetivo de proteger a sus ordenadores por un año más. En septiembre pasado se calculó que el 85 por ciento de los 800 mil sistemas utilizados por el Servicio Nacional de Salud británico aún trabajaban con Windows XP. El inconveniente está en que un año no sería suficiente. De acuerdo a Microsoft, una migración a esa escala demanda entre 18 meses y dos años. Una mayor demora significa más dinero para Redmond, pero la intención claramente es que dejen a Windows XP descansar en paz.
Obviamente, hay otros caminos. Linux es el más conocido, sin embargo, debemos ser realistas: Si alguien ha usado a Windows XP hasta este punto, su interés de pasar a las filas del pingüino probablemente sea nulo. Más arriba mencioné a otras variantes de XP que continuarán recibiendo soporte. Dependiendo del “sabor” de Windows Embedded, los parches harán acto de presencia hasta 2016, e incluso 2019 en los casos más oscuros. Frecuentemente hago experimentos con versiones obsoletas de Windows, en un intento por evaluar su funcionalidad, y más allá de los esfuerzos personales, el tiempo pasa para todas ellas. Windows XP no es la excepción. Literalmente crecimos con este sistema operativo. Hemos trabajado, estudiado, y jugado. Es un poco triste, no voy a negarlo, pero debemos… necesitamos seguir adelante. La aventura de Windows XP ha llegado a su fin. Hasta luego gigante, y gracias por todo.
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