Una flor de 45 millones de años preservada a la perfección

En el año 1986, un entomólogo de la Universidad del Estado de Oregon visitó una mina de ámbar en República Dominicana, y entre las piezas que extrajo de allí se encuentra algo que ha dado la vuelta al mundo varias veces en las últimas horas: Una flor perfectamente preservada, la cual podría tener entre 15 y 45 millones de años de antigüedad. Los expertos la clasificaron como Strychnos electri, una nueva especie.

La historia nos dice que en el año 1986, el entomólogo George Poinar de la Universidad del Estado de Oregón visitó una mina de ámbar en República Dominicana, lugar de donde logró extraer una importante colección para su posterior estudio. Pasaron treinta años desde entonces, y aunque el dominio de Poinar son los insectos, la pieza que ha expuesto su nombre a la Web recientemente contiene una flor. Encontrar flores atrapadas en ámbar no es algo nuevo, pero en general tienden a ser simples fragmentos. Lo notable de la flor de Poinar es que se encuentra intacta.

Sus sospechas de que podía pertenecer al género Strychnos (de cuyas especies proviene la estricnina) lo llevaron a ponerse en contacto con la doctora Lena Struwe de la Universidad Rutgers, experta en ese género. El siguiente paso fue uno de los más complicados: Comparar a la nueva flor con 200 años de muestras pertenecientes a cientos de especies bajo el dominio del género Strychnos. Finalmente, Struwe llegó a la conclusión de que se trata de una nueva especie, y fue bautizada Strychnos electri. Otro aspecto que demandó un cuidadoso análisis fue determinar su edad, y a pesar del esfuerzo (que involucró al estudio de otras piezas en la colección, tomando como referencia la presencia de foraminíferos y cocolitos), el rango se ubica entre 15 y 45 millones de años.

De acuerdo a la publicación oficial, Strychnos electri pertenece a la familia Loganiaceae, dentro del orden de Gentianales, y que a su vez está dentro de las Astéridas, lo que convierte a la nueva flor en algo así como una prima lejana del café, la menta y el girasol. Algunos portales presentaron a la flor como venenosa, y si bien el nombre Strychnos es un factor a considerar, no se lo puede saber con seguridad. Aún así, es un claro ejemplo de que el próximo descubrimiento puede estar en el lugar menos esperado. ¿Cuántas nuevas especies esperan a ser encontradas…?