Un vistazo único a la máquina de rayos secreta de la ex Unión Soviética

La Guerra Fría dio lugar a toda clase de experimentos secretos, y en las profundidades de los bosques rusos aún existe uno de ellos. Con el paso de los años, muchas personas han llamado a esta instalación «La Torre Tesla Soviética», debido a su capacidad de generar rayos escalofriantes. La gran mayoría de las imágenes y vídeos se tomaron en tierra, pero la gente de Russia Today recibió un permiso especial para filmar a esta impresionante máquina de rayos utilizando un dron.

Escondido en uno de los bosques de Moscú, muy cerca del Monasterio de Nueva Jerusalén, encontramos al Centro de Investigación de Alto Voltaje. Sin embargo, su nombre no ayuda en nada a la hora de describir al fabuloso dispositivo que existe allí. Varias publicaciones han indicado que se trata de una Torre Tesla, pero el término correcto es el de generador Marx. El principio del generador Marx explica que una cantidad n de capacitores son cargados en paralelo con un voltaje V, y luego conectados en serie vía interruptores de entrehierro (spark gap), generando una descarga con un voltaje teórico de n * V, aunque el valor final es un poco más bajo. De todas maneras, cualquier pérdida efectiva queda en el olvido cuando el generador entra en acción. Lo que tiene Rusia allí es una verdadera máquina de rayos, y hoy podemos verla más de cerca gracias a la gente de Russia Today.

Construido durante la década del ‘70, el generador Marx (por el ingeniero alemán Erwin Otto Marx) fue utilizado para evaluar el aislamiento en aviones militares, y luego para explorar el potencial de los pulsos electromagnéticos como armas, experimentando con diferentes vehículos y artefactos electrónicos. Sus rayos pueden alcanzar los 150 metros, y el poder del generador es tal que podría agotar (claro que, por 100 microsegundos de acuerdo a Russia Today) todas las instalaciones energéticas de Rusia, y eso incluye a las centrales nucleares. Como era de esperarse, el acceso al público está prohibido, pero en los últimos años se han incrementado las visitas de entusiastas que atraviesan el bosque en busca del misterioso generador. El problema es que dichos entusiastas no parecen comprender del todo el riesgo que representa acercarse al generador si se encuentra en funcionamiento.

La filmación del generador con un dron no es la primera de su tipo, pero al parecer es la primera con el consentimiento de las autoridades. La segunda serie de torres, con siete anillos en la parte superior, está un poco separada del resto, pero no por eso deja de ser impresionante. La nieve refuerza el aura de misterio alrededor de la instalación, y estoy seguro de que nuestros lectores recordarán películas y videojuegos en entornos similares.