Un piano virtual con Microsoft Kinect

Siguen llegando, siguen llegando… los proyectos basados en Microsoft Kinect caen sobre nuestras cabezas como el agua de una cascada. Y en esta ocasión, se trata de un piano virtual. Además de poder operar sobre cualquier superficie, también puede alterar su tamaño, a un punto tal que se convierte en un piano gigante. Si por alguna razón les viene a la mente cierta película de Tom Hanks, han dado exactamente en el clavo.

Microsoft Kinect ha sido definido como una interfaz de usuario "natural", pero lo cierto es que debería ser cambiado a "fuente infinita de ideas para todo desarrollador y/o entusiasta". Lo que se está logrando con el Kinect es en verdad impresionante, y siempre parece haber espacio para una idea más. Por ejemplo: El lunes vimos cómo alguien creó una guitarra de aire. Una guitarra está ciertamente asociada a la música, pero mientras que ese proyecto interpreta los gestos del usuario como notas, en esta oportunidad es el mismo Kinect quien se convierte en un instrumento. Sus capacidades de detección de movimiento combinadas con el software adecuado nos entregan hoy un piano virtual muy preciso.

El proyecto lleva el acertado nombre de "Keyboard Anywhere", responsabilidad de Peter Morton y Matthew Yeung. Con una buena dosis de Python y el controlador de código abierto disponible para el Kinect, lograron darle forma a este piano que básicamente puede ser adaptado a cualquier superficie de cualquier tamaño. En un principio se había dicho que el Kinect no tenía la "resolución" suficiente como para detectar los dedos de la mano, pero es evidente a través de este vídeo que los dedos están dentro de su umbral de detección. Como si eso fuera poco, los autores decidieron recrear una porción de aquella excelente escena de la película "Big" en donde Tom Hanks (una de sus mejores actuaciones por lejos) toca junto a Robert Loggia una versión de "Heart and Soul" de 1938 sobre un piano gigante.

Con esta clase de ideas materializadas es fácil llegar a la conclusión de que los"mods" o "hacks" como también se los ha llamado, han superado por mucho a los títulos oficiales disponibles para Kinect, tal vez con la excepción de "Dance Central". Por esta razón, todas las cabezas giran hacia Microsoft. Recordamos muy bien la "condena" de Redmond cuando apareció el primer controlador de código abierto, y su posterior "arrepentimiento". Las ventas proyectadas para el Kinect alcanzarían las cinco millones de unidades antes de fin de año. Usualmente, el hardware suele venderse a pérdida para obtener ganancias a partir de los juegos, pero hasta ahora, el Kinect como dispositivo se ha convertido en una mina de oro. ¿Tratará Microsoft de alimentar esta tendencia? Mientras tanto, los proyectos basados en Kinect siguen apareciendo.