Los avances en el desarrollo de prótesis son cada vez más sorprendentes. Atrás van quedando las unidades fijas con funciones limitadas, y lentamente ingresamos a una era de sistemas biónicos, que se adaptan a casi todos los casos. Hoy, gracias a las investigaciones realizadas por la Universidad John Hopkins, un hombre que perdió ambos brazos hace 40 años puede entrenar con dos brazos biónicos a la vez, y espera poder llevarlos a casa pronto.
La vida de Leslie Baugh quedó condicionada hace más de cuarenta años, tras sufrir un accidente eléctrico que le provocó la pérdida de ambos brazos. Hoy, la ciencia y la tecnología están desarrollando métodos que le permitirían recuperarlos. No es la primera vez que hablamos sobre prótesis controladas con la mente, y esperamos que no sea la última. Los diseños son cada vez más precisos, eficientes y flexibles. Lo que en el pasado fue dominio exclusivo de la ciencia ficción, ahora aparece con mayor frecuencia bajo proyectos y experimentos especiales. Todavía quedan muchos aspectos por resolver, y algunos parecen básicos a simple vista, como la fuente de energía. Sin embargo, hay que comenzar de todas maneras. Un grupo de expertos estacionado en la Universidad John Hopkins aceptó el desafío de Leslie, y este es el resultado:
En junio de este año, Leslie visitó el Laboratorio de Física Aplicada de la universidad. Antes de utilizar el sistema, debió someterse a una cirugía especial que permite reasignar nervios dedicados previamente al control de los brazos y las manos. Luego inició la fase de entrenamiento, coordinando movimientos con la ayuda de brazos virtuales generados en un ordenador. De acuerdo a Albert Chi, cirujano y uno de los participantes principales en el proyecto, explicó que se aplicaron algoritmos de reconocimiento para determinar patrones, identificar la contracción de los músculos, y registrar elementos como los niveles de comunicación, amplitud y frecuencia. Una vez que se obtiene toda esa información concentrada, la misma es traducida en movimientos específicos para cada brazo. Finalmente, Leslie se colocó el soporte con los brazos, y citando sus propias palabras, fue “como ir a otro mundo”.
Los responsables del proyecto quedaron asombrados con la capacidad de aprendizaje de Leslie. Incluso consideraron la posibilidad de que sólo fuera capaz de controlar un brazo a la vez. En cambio, Leslie respondió con ambos brazos al mismo tiempo, por lo que nos encontramos ante el primer caso de este tipo. Con las optimizaciones suficientes, en la universidad están convencidos de que Leslie podrá llevarse los brazos a casa pronto, y como siempre, el plan es lograr que esta tecnología llegue a la gente que en verdad la necesita.
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