Los servicios en la nube nos permiten compartir cada vez más información, pero la pregunta es si estamos realmente en control de aquello que compartimos. Ya hemos visto de cerca lo que sucede cuando la nube tiene un problema de seguridad, y nadie puede negar que los servicios principales lucran con nuestro contenido. The Egg busca romper con eso a través de un servidor Web personal, que puedes llevar en el bolsillo.
Se dice que todos tienen un precio, y en esta era de conectividad masiva, la frase es destilada hasta convertirse en una de las más puras verdades. Básicamente, el Big Data necesita saber todo lo que pueda sobre ti para mantener la rueda girando. En el pasado exploramos la odisea que atravesó una socióloga para ocultar su embarazo a los servicios en línea. Sin embargo, el proceso es mucho más sutil que eso. El simple hecho de compartir una imagen en Facebook habilita a la red social a usarla con fines comerciales, sin brindar compensación alguna a su creador. Lo que quiero decir con esto es que Facebook podría hacer un anuncio para la televisión danesa con la foto de tu bebé que compartiste hace un año y medio, sin que sepas nada al respecto. Ahora, si todos queremos compartir cierta información, pero los servicios en la nube se exceden en sus derechos, ¿cuál es la alternativa?
The Egg quiere ser una de ellas. A simple vista, The Egg puede ser confundido con algún reproductor mp3 de formato inusual, o el Microsoft Kin que duró poco más de cuarenta días en el mercado. En realidad, The Egg contiene tanto el hardware como el software necesario para mantener en línea a un servidor Web personal. En vez de volcar tu contenido a las redes sociales y servicios de almacenamiento online, tienes la posibilidad de guardar todo en The Egg, y compartir lo que creas relevante con una sencilla administración a través del sitio Web dedicado que The Egg ofrece. El hardware está basado en una plataforma Intel Atom, posee 1 GB de RAM, pantalla táctil de 240 por 320 píxeles, WiFi n, Bluetooth 4.0, y batería interna con una duración promedio de once horas. Las opciones de almacenamiento van desde los 64 hasta los 256 gigabytes, y como detalle especial, el sistema operativo es Tizen.
The Egg está haciendo su ronda por Kickstarter, y aunque el concepto de servidor Web personal es ciertamente atractivo, necesita mucho dinero para materializarse. La suma que buscan los desarrolladores es de 500 mil dólares, y hasta aquí han recibido poco más del 2 por ciento. La versión de 64 gigabytes de The Egg cuesta 199 dólares, con un envío internacional muy costoso, cercano a los 65 dólares. Estoy seguro de que hay usuarios allá afuera que preferirán construir sus propias soluciones (como es el caso de PirateBox), pero The Egg ofrece a cambio conveniencia, algo muy buscado en estos días.
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