En el último día del pasado mes de mayo anticipamos que Oculus y Samsung habían formado una alianza estratégica, combinando el hardware del gigante coreano con el desarrollo de software que realiza Oculus. Ayer, descubrimos al primer fruto de esa alianza. El Samsung Gear VR tiene toda la apariencia de un casco virtual, pero su componente principal es nada menos que el flamante Samsung Galaxy Note 4.
Desde hace un tiempo, los fabricantes exploran la posibilidad de convertir a los smartphones en dispositivos de realidad virtual. Después de todo, los smartphones actuales no dejan de ser ordenadores de bolsillo, con capacidades gráficas cada vez altas, y un rendimiento general considerable. A esto se suma el avance de las phablets, instaladas como un término medio entre el smartphone y la tablet. Para muchos usuarios, usar a una phablet como teléfono representa un retroceso debido a su tamaño, pero si alguien desarrolla un método efectivo que transforme al formato phablet en una plataforma de realidad virtual, la perspectiva cambiaría por completo. En mayo pasado, Samsung y Oculus formaron una alianza. Samsung tiene la tecnología OLED y la miniaturización, mientras que Oculus ha hecho avances extraordinarios por el lado del software. El primer resultado de ese combo se dio a conocer ayer, y su nombre, es Samsung Gear VR.
Lo lógico sería saltar directamente sobre las especificaciones del Samsung Gear VR, pero lo cierto es que el verdadero corazón del casco virtual no está integrado, sino que ese rol pertenece pura y exclusivamente al nuevo dispositivo Galaxy Note 4 que Samsung presentó de forma anticipada en el IFA Berlin, con apertura oficial el próximo viernes. Esto significa que el Samsung Gear VR hará uso del SoC quad-core y la pantalla Super AMOLED de 5.7 pulgadas, con una resolución máxima de 2.560 por 1.440 píxeles. El Samsung Gear VR posee un acelerómetro y un girómetro, por lo tanto, puede registrar rotación, pero no profundidad. También debemos mencionar que el sistema de anclaje entre el casco virtual y el Galaxy Note 4 es un poco incómodo, sin embargo, lo que se ha visto hasta ahora son prototipos, y calculo que Samsung desarrollará una conexión más limpia antes de que Gear VR salga al mercado.
Por supuesto, ningún hardware de realidad virtual puede enfrentar el mundo sin un software decente que lo acompañe. Las demos del Rift han sido numerosas, pero Gear VR seguramente va a ser un producto comercial, y cualquier experiencia que ofrezca deberá estar pulida a la perfección. Uno de los ejemplos que más ha llamado la atención es Temple Run VR. El clásico creado por Imangi Studios tendrá muy pronto una vuelta de tuerca virtual, y la idea de girar nuestras cabezas para ver a los simios demoníacos que nos persiguen parece aterradora y entretenida a la vez. El Samsung Gear VR estará disponible para “desarrolladores y entusiastas” cuando comience el otoño, mientras que el SDK móvil de Oculus hará su presentación en sociedad antes de que termine el mes de octubre.