Los primeros ordenadores personales datan de mediados de la década de 1970. El IMSAI 8080 pertenece a esa generación de microordenadores, y puede considerarse como el primer “clon” de la industria informática. En efecto, este ordenador es prácticamente idéntico al exitoso Altair 8800, y a pesar de tener alguna diferencia en su panel frontal, ambos utilizan el mismo microprocesador y bus S-100. Muchos recordarán al IMSAI 8080 como la computadora que utilizaba David Lightman (Matthew Broderick) en la película “Juegos de Guerra”.
Si leíste el anterior articulo de esta serie, dedicado al Altair 8800, recordarás que a mediados de la década de 1970 la informática comenzó a convertirse en algo popular. Hasta esa fecha el costo de los ordenadores era lo suficientemente alto como para que muy pocas empresas, universidades o gobiernos se pudiesen costear uno. Pero el Altair 8800 -gracias a su forma de comercialización como “Kit para armar”- dio origen a lo que luego se conoció como “ordenador personal”, un computador que prácticamente cualquier persona podía comprar y utilizar en su hogar. Como ocurre muchas veces, el éxito de ese ordenador hizo que muchas empresas aprovechasen el nuevo mercado e intentasen quedarse con una parte del mismo.
La industria electrónica, sobre todo en lo que a microprocesadores se refiere, no era especialmente prolífica en esa época. A la hora de elegir las piezas para diseñar un ordenador solo existían unas pocas alternativas. El Intel 8080 era el microprocesador más adecuado para montar un ordenador, y su precio -de cientos de dólares- bastante razonable. Recordemos que hasta la aparición del kit Altair un ordenador “mediano” -construido con chips discretos en lugar de utilizar un microprocesador- podía costar cientos de miles de dólares, por lo que el precio del 8080 era una verdadera tentación. Así fue como Bill Millard, de una empresa llamada IMS associates, decidió que si bien el Altair 8800 era un ordenador bastante completo, presentaba algunas falencias que debían ser corregidas para convertirse en un equipo “comercialmente viable”, y creó el IMSAI 8080.
Dado que el IMSAI 8080 era prácticamente idéntico al producto de la competencia -utilizaba el mismo bus S-100 y el microprocesador Intel 8080– y que era compatible a nivel de software, se lo considera como el primer ordenador “clónico” de la historia. El trabajo de Millard hizo posible que los poseedores de un IMSAI pudiesen conectarle hasta 22 placas de expansión simultaneas que, gracias a una carcasa un poco mayor, podian enchufarse sobre el bus S-100 de forma perpendicular a la placa base, prácticamente eliminando la existencia de “falsos contactos” que padecía el Altair. Para poder alimentar semejante cantidad de tarjetas de expansión IMS associates tuvo que utilizar una fuente de alimentación de mayor potencia, por lo que el ordenador era un poco más pesado que el original. El panel frontal, a pesar de las limitaciones impuestas por la falta de un display como los modernos, era estéticamente mucho más agradable que el del Altair. Las espartanas “palancas” fueron reemplazadas por llaves plásticas en rojo y azul, mientras que los LEDs quedaban detrás de un acrílico transparente.
Si bien poseía la misma limitación que su fuente de inspiración en cuanto a la forma de ingresar y leer datos, se podía comprar una tarjeta de expansión que posibilitaba la conexión de un teclado y un monitor. Esto permitía olvidarse de la pesadilla que era cargar un programa usando los switches y el panel de LEDs, por supuesto a costa de empobrecerse un poco más. Las características del equipo -tal como puede verse en el aviso publicitario aparecido en el ejemplar de enero de 1975 en la revista Byte que se encuentra más abajo- eran muy similares a la del Altair.
Como dijimos antes, los programas del Altair 8800 corrían en el IMSAI 8080. IMS vendía una versión modificada del BASIC del Altair y una versión del CP/M que permitía utilizar una tarjeta de expansión para conectar unidades de disquetes de 8 pulgadas. Pero todo esto se pagaba como “extra”: por el precio básico solo disponías de tus 256 bytes de RAM y debías programar el ordenador en binario mediante las llaves y LEDs de su panel frontal. Los vídeos que acompañan este texto sirven para darte una idea de lo “divertido” que era utilizar un ordenador de esta manera.
El IMSAI se vendió bastante bien, y la empresa afirma haber despachado entre 17 y 20 mil unidades desde 1975 hasta 1978. Tuvo sus cinco minutos de fama cuando en la película “Juegos de Guerra” –la misma que inspiró a toda una generación de hackers– David Lightman (interpretado por Matthew Broderick) accedía a un ordenador de defensa mediante una conexión telefónica utilizando un IMSAI 8080. Hoy día solo puede verse en museos o en la sala de los -muy afortunados- coleccionistas que han logrado conseguir uno. ¿Lo conocias?
Muy bueno el articulo.. pero ¿¿piensan que volvamos a esto?? O_o De ninguna manera..
Como se nota que nunca usaste una de estas, o que no te interesa para nada la informática.
Saludos.
En esa época en mi casa no había ni radio pero pagaría por volver en el tiempo y echarle mano a toda esa tecnología en sus inicios
me encantan este tipo de notas, todos los que estudiamos electrónica sabemos las viejas computadoras tienen algo que atrae por su sencillez e ingeniería de diseño. Hace vi una secuela de la película juegos de guerra, era de bajo presupuesto, pero bastante fiel a su antecesora….
que bueno seria poder volver a esa epoc ay poder tocar DISCOS como platos voladores, Cintas perforadas, etc, sin mouse ni teclado, ja!
Es muy liiiiiiiiiiiiinda esa maquina, en realidad todas las computadoras retro son hermosas, las de ahora tambien, pero vintage es vintage.
Estas notas me encantan
gracias neoteo!