La última generación de consolas no hizo más que ofrecer ordenadores encerrados en carcasas modernas. Estos sistemas se han vuelto esclavos de las actualizaciones constantes y las descargas controladas, perdiendo absolutamente toda la esencia que reconocimos durante años en las viejas consolas. El proyecto Retro VGS quiere restaurar dicha esencia de un modo muy particular: Haciendo regresar al cartucho como medio para guardar juegos actuales.
La pregunta surge una y otra vez, pero la respuesta no cambia: Los juegos y las consolas retro están experimentando un pico de popularidad debido a que el mercado continúa fracasando sistemáticamente a la hora de brindar experiencias ricas y atractivas. En lo personal hace meses que no toco uno de los juegos llamados «Triple A», y consumo mis horas ya sea emulando clásicos de Commodore 64, o dentro de títulos indie como RimWorld, que dicho sea de paso se ha convertido en pura heroína. Sí, por supuesto que estoy interesado en juegos de alto contenido gráfico como Elite: Dangerous, y estoy vigilando de cerca los rumores que hablan sobre un posible anuncio de Fallout 4, pero a la industria se le está haciendo cada vez más complicado sorprender. Ante la falta de inspiración, los viejos manuales son colocados sobre la mesa, y la mejor parte es que sus ideas no se limitan al software.
Así es como nos encontramos con la iniciativa Retro VGS. Al contrario de otros sistemas especializados como los de la serie RetroN, el objetivo de Retro VGS no es ofrecer una plataforma capaz de leer cartuchos viejos, sino desarrollar una consola clásica que utilice cartuchos para ejecutar juegos modernos. ¿Por qué? Bueno… ¿por qué no? Los responsables del proyecto explican que el cartucho, técnicamente «almacenamiento de estado sólido», es uno de los más resistentes. Quien pueda posar sus garras sobre un Nintendo NES o un Atari 2600 acompañados de cartuchos seguramente descubrirá que esos sistemas funcionan como el primer día, algo que definitivamente no sucederá con la Xbox One o la PlayStation 4 dentro de veinte años. La consola aún carece de especificaciones oficiales, pero uno de los planes es brindar soporte a controles USB, y a los viejos pads con conectores DB-9. En lo que se refiere a salida de vídeo, el rango será muy amplio, desde RCA hasta HDMI.
Ahora, si se están preguntando por qué los renders enseñan una consola similar a la Atari Jaguar, esto se debe a que las mentes detrás de Retro VGS han logrado rastrear el equipo original utilizado para fabricar esa consola y sus cartuchos. En otras palabras, al contar con esa maquinaria ahorran medio millón de dólares en investigación, desarrollo y herramientas. El siguiente gran paso es establecer los límites del hardware (o sea, encontrar lo «suficiente» y no caer en lo «exagerado»), y por supuesto, tentar a los desarrolladores. Cierto peligro que amenaza a la Retro VGS es terminar en el mismo territorio estéril que la OUYA, consola que no cumplió con nada de lo que prometió. Si bien la idea nos llama la atención, regresar al cartucho añade una capa de complejidad que no sé si podríamos aceptar del todo, a menos que la configuración del cartucho sea flexible, y nos deje cargar nuestros propios juegos…
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