Ariel Palazzesi
Un equipo internacional del laboratorio de física aplicada de la Universidad Johns Hopkins ha desarrollado un prototipo de un brazo artificial que puede ser controlado naturalmente y proporcionar realimentación sensorial.El revolucionario brazo artificial, conocido como Proto 1, hace uso los nervios residuales que conserva el paciente luego de una amputación. El avanzado grado de control natural y de realimentación sensorial es posible gracias a una técnica iniciada por el Dr. Todd Kuiken llamada “Reinnervation”, que permite la conexión de los nervios residuales que existan en la proximidad a lesión.
En este caso, los nervios fueron transferidos al área pectoral del pecho del paciente. Este procedimiento proporciona un uso intuitivo del brazo prostético y permite una sensación de fuerza y del tacto muy natural. Durante la evaluación clínica del Proto 1 Jesse Sullivan, un paciente del Dr. Kuiken, mostro mejoras substanciales en muchas de las pruebas, tales como un mejor control al colocar su pulgar al tomar objetos, sacar una tarjeta de crédito de un bolsillo, o apilar tazas.
El miembro también incluye una cubierta artificial muy natural que es creada usando las fotografías del miembro original del paciente, tomadas antes del accidente. “El instituto de la rehabilitación de Chicago continúa avanzando esta investigación aplicada, para colocar la técnica de Reinnervation a la vanguardia. Esto beneficiar a los hombres y a las mujeres al servicio de nuestra nación,” dice el Dr. Kuiken, director del centro ingeniería médica de Bionic. “Los resultados que estamos alcanzando en este proyecto de colaboración son muy emocionantes y estoy convencido de que estos descubrimientos brindaran un control más natural de las prótesis, mejorarán los miembros artificiales y cambiaran la vida de los pacientes.”
El equipo ya esta pensando en el sucesor del Proto 1, que suponen tendrán listo a fin de año. Tendrá más de 25 grados de libertad (Proto 1 tiene 8), mayor fuerza y velocidad de movimientos, que lo acercaran a las capacidades de un miembro humano. La presencia de más de 80 elementos sensoriales individuales para la realimentación táctil, de la temperatura, y de la posición del miembro lo harán más eficiente. “Todavía hay mucho que investigar para determinar cómo controlar este número de grados de libertad de la mejor manera, y sobre cómo incorporar la realimentación sensorial de estas entradas en el sistema nervioso humano,” agregan.
Proto 1 está generando ya un interés considerable de parte de las entidades que ayudan a los amputados, ya que de fabricarse masivamente supondría una gran mejora en la calidad de vida de todos ellos.
