Amazon está moviendo cielo y tierra para que las autoridades permitan la entrega de productos usando drones. Y la semana pasada hablé sobre VertiKUL, un dron VTOL desarrollado con esa tarea en mente. Bueno, ¿adivinen qué? Google lleva al menos dos años trabajando en lo mismo. Durante el día de ayer, el Laboratorio X de Mountain View presentó a Project Wing, su propia visión en entregas con drones.
A pesar de lo difícil que es mantenerlos en estos días, toda compañía tiene secretos. Hasta la idea más loca puede convertirse en un foco de competencia brutal, y por esa razón es que algunos nombres en la industria prefieren ocultar sus cartas un poco más de lo usual. Cuando Amazon anunció su servicio Prime Air de entregas vía drones, la Web reprodujo la noticia de inmediato. Los drones han incrementado drásticamente su popularidad, pero una aplicación comercial de tan alto perfil era toda una novedad. Técnicamente, Amazon no fue el primero, ya que un par de meses antes escuchamos hablar sobre Flirtey y su entrega de libros en Australia. Y es hacia aquel país que debemos viajar otra vez. Hay drones experimentales surcando los cielos, y todos ellos pertenecen a nada menos que el Laboratorio X de Google.
El nombre oficial es Project Wing. Al igual que en el caso del VertiKUL, estos drones despegan en forma vertical, y adoptan un desplazamiento horizontal una vez que se encuentran en el aire. Cada dron utiliza cuatro motores, tiene una envergadura de 1.5 metros, y el peso máximo con el paquete incluido es de diez kilogramos, con un peso neto de 8.6 kilogramos para el aparato. Al momento de la entrega, los drones de Project Wing no aterrizan, sino que dejan caer el paquete utilizando lo que Google confirma como sedal de pesca. El dron está programado para frenar el paquete antes de que golpee el suelo, lo que garantiza una caída suave, sin causar daño al paquete o a quien lo recibe.
Un detalle curioso es que los primeros pasos de Project Wing no se dieron pensando en un uso comercial, sino en desplegarlo como sistema de emergencia. El plan original era usar drones para entregar desfibriladores, pero las dificultades en su integración al 911 y otros números de emergencia demandaron un cambio de dirección. La elección de Australia como territorio de prueba tampoco es casualidad. Los drones son un tema muy sensible en territorio estadounidense, a un punto tal que los coches autónomos podrían tener su debut antes que Project Wing.