Negar la popularidad del Raspberry Pi es absurdo a esta altura, pero tampoco sería lógico dejarlo libre de críticas. Bajo muchos proyectos, el Raspberry Pi es simplemente demasiado grande, lo que limita su despliegue. Por suerte existen algunos clones, y el más reciente es el ODROID-W, que utiliza el mismo chip Broadcom, garantizando su compatibilidad.
Durante una buena cantidad de años, los clones fueron la sangre de la evolución informática. Mientras que los fabricantes principales atrapaban a sus usuarios en sistemas costosos e interfaces propietarias, los clones respondieron a cada necesidad que surgió en el camino. Por supuesto, había cuestiones de calidad que el usuario debía resolver de un modo u otro, sin embargo, la existencia de los clones tuvo sus beneficios a pesar de ese detalle. Los microcontroladores y los ordenadores SBC no son ajenos a esto. He usado variantes del famoso Teensy para convertir protocolos en mis teclados, y la familia Arduino también tiene su flota de clones. En el caso del Raspberry Pi, existen cosas como el Banana Pi y el HummingBoard, más costosos, pero a la vez con hardware más poderoso.
[amazon box=”B01LDLBBY8″]
En esta oportunidad nos encontramos con el ODROID-W, y lo que propone es ir en la otra dirección. En vez de elevar las especificaciones (y por extensión, el precio), el ODROID-W utiliza el mismo SoC Broadcom BCM2835 presente en el Raspberry Pi, junto con una memoria de 512 megabytes. Aplicar los mismos componentes en su configuración permite al ODROID-W brindar una compatibilidad del 100 por ciento con el software destinado al hardware oficial, y eso incluye al sistema operativo Raspbian. La diferencia más importante en el ODROID-W llega con su tamaño. Posee un puerto Micro USB, un puerto Micro HDMI, dos conectores para baterías de litio y RTC, y un conector de quince pines compatible con la cámara del Raspberry Pi. El resto de las interfaces está allí, pero en la forma de agujeros, que esperan recibir sus pines dedicados, o de ser necesario, un puerto USB de tamaño completo (ubicado entre el Micro USB y el Micro HDMI).
[amazon box=”B01AMP8QL2″]
Lamentablemente, el ODROID-W no tiene un puerto Ethernet dedicado, aunque existen un par de alternativas. Por un lado, nada impide al usuario soldar el puerto USB y usar el convertidor adecuado (sea a 8P8C, o directamente a WiFi), pero también hay un “Docking Board” que incorpora cuatro puertos USB, puerto Ethernet, un puerto UART, y salida de audio de 3.5 pulgadas. El anuncio del ODROID-W ha tomado por sorpresa a más de un entusiasta, y abre la puerta a un conflicto legal (usa el nombre Raspberry Pi en su promoción, que no deja de ser una marca registrada), pero en materia de funcionalidad, el ODROID-W se ve muy sólido. Su precio oficial es de 30 dólares, y el Docking Board costará 20 dólares más. Ambos estarán disponibles a partir de agosto.
2 Comments
Leave a Reply