Para todos aquellos que seguimos de cerca al mundo del hardware, se trata de una noticia muy grande. Los fabricantes más importantes llevan un largo tiempo establecidos en el mercado, y una de las razones principales para ello (por más que no nos guste tanto cómo suena) es que mantienen un control estricto sobre sus productos.
Sin embargo, el CEO de Nvidia Jen-Hsun Huang anunció que la empresa comenzará a licenciar tanto arquitecturas gráficas como patentes de computación visual a terceros. Esto podría llevar a Nvidia a establecer acuerdos con compañías de muy alto perfil, y competir con mayor fuerza en el espacio móvil, siempre y cuando los números sean los correctos. No hace falta tener ningún conocimiento especial para comprender que el mercado de los ordenadores ha perdido su brillo, y que los consumidores buscan cada vez más a smartphones y tablets.
Esto ha llevado a algunos golpes de timón muy importantes entre los fabricantes que denominamos “tradicionales”. El caso de Intel es uno de los más relevantes, con el drástico giro de Haswell hacia las plataformas móviles, y el intento de llevar más chips Atom a las manos de los usuarios. Claro que, esas son modificaciones a nivel de productos, y lo que nos trae aquí hoy está más enfocado sobre propiedad intelectual. Hace pocas horas, el CEO de Nvidia Jen-Hsun Huang, confirmó que el “otro” gigante de Santa Clara comenzará a ofrecer licencias para una gran parte de sus tecnologías, comenzando con la arquitectura Kepler.
De acuerdo al punto de vista de Huang, el mundo ha cambiado, y es necesario para Nvidia expandir su modelo de negocios de forma tal que pueda alcanzar a ciertos mercados que serían intocables si se mantiene exclusivamente en la venta de chips. La decisión coloca a Nvidia en una frecuencia similar a la que tienen empresas como ARM y Imagination Technologies, mejor conocida por sus núcleos de vídeo PowerVR, presentes en dispositivos Apple, Samsung y Sony, entre otros. En otras palabras, Nvidia podría convertirse en un nuevo socio para compañías como Apple y Samsung.
Ambos gigantes diseñan sus propios SoCs, integrando al antes mencionado PowerVR, o al GPU Mali de ARM. Las palabras de Huang al respecto indican que Nvidia tendrá como prioridad a aquellos clientes con “la capacidad y el deseo” de crear sus propios procesadores, por lo tanto, no hay que descartar futuras alianzas. ¿Por qué Kepler primero? La respuesta es sencilla: Kepler puede modificar su escala de acuerdo a las necesidades del fabricante, desde Logan (léase Tegra 5) para smartphones hasta el monstruo que encontramos en la GeForce Titan.
Pero la historia no se termina allí: Nvidia ha confirmado que las próximas generaciones de sus GPUs también estarán disponibles bajo licencia, y que el nuevo modelo se extiende a tecnologías de computación visual (incluyendo a CUDA). Otra opción bajo la lupa es la de ofrecer su tecnología de conectividad LTE, una vez que sea lanzada. Ante la posibilidad de una dependencia mayor de las licencias para los ingresos de Nvidia, Huang citó el ejemplo “híbrido” de Microsoft, que licencia software, vende dispositivos y ofrece servicios. ¿Un nuevo iPhone con vídeo Nvidia? ¿CUDA en tarjetas AMD? Hay combinaciones más extrañas, pero con esta “apertura” de Nvidia, si las negociaciones llegan a buen puerto, cualquier cosa es posible.
Hace ya unas décadas, había tres formatos de vídeo doméstico, peleándose por hacerse con el mayor trozo del pastel. Siendo el VHS el sistema técnicamente peor dotado, salió victorioso en dicha contienda, debido a que sus creadores (Matsushita) licenciaron dicha tecnología a todos aquellos que quisiesen fabricarla. Eso inundó el mercado de reproductores de vídeo de dicho formato y es lo que les hizo vencedores.
Si Nvidia, a pesar de ser aún el mayor fabricante de chips gráficos toma esta decisión, puede volcar la balanza muy a su favor y en el supuesto de que en un futuro la competencia desapareciese, ya no podría ser acusado de monopolio, puesto que más fabricantes estaría contruyendo productos basados en su tennología.