Las tarjetas gráficas de última generación entregan un poder de procesamiento escalofriante, y obviamente cargan con un precio a la altura de las circunstancias, pero con cada modelo mayor que llega a las estanterías es lógico esperar productos que atiendan mucho más de cerca a las limitaciones del presupuesto. Al mismo tiempo, hay una enorme cantidad de jugadores que se concentran en MMOs y otros títulos considerados como e-sports, que no necesitan ocho millones de píxeles en la pantalla. Para ellos, Nvidia ofrece a su GeForce GT 1030, un rápido upgrade sobre soluciones de vídeo integrado.
En lo personal, el low-end siempre me llamó la atención porque presenta un desafío más grande. Arrojar dinero sobre la mesa y comprar una tarjeta de alta gama arranca todos los problemas de raíz, pero las restricciones de presupuesto nos obligan a obtener más con menos de un modo u otro. El vídeo integrado puede ser suficiente para aquellos usuarios enfocados en la productividad y la reproducción casual de contenido multimedia, sin embargo, cuando entramos en el terreno de los videojuegos, las únicas alternativas que responden (hasta cierto punto) son las de AMD en sus APU. Muchos consumidores no necesitan correr sus títulos favoritos en 4K, pero lo que definitivamente buscan es una experiencia fluida con resoluciones nativas más bajas, digamos 1080p o 768p.
Al parecer Nvidia tiene lo que esos usuarios necesitan, y su propuesta es la nueva GeForce GT 1030. Su página oficial anuncia 384 núcleos CUDA con una frecuencia de 1.468 MHz en modo Boost (1.227 MHz estándar), un bus de 64 bits, 2 GB de RAM en GDDR5, y una resolución máxima soportada de 7.680 por 4.320 píxeles a 60 Hz (calculo que eso es de escritorio). Dependiendo del OEM, la tarjeta cuenta con puertos DVI-D, DisplayPort 1.4 o HDMI 2.0b. Su TDP no supera los 35 vatios, un detalle que abre la puerta a variantes con refrigeración pasiva y Low Profile para sistemas compactos y HTPCs.
Una vez más, el precio final estará atado a las decisiones que tome cada OEM y a las ofertas de tiendas en línea, pero el número de referencia asciende a 70 dólares. La idea de Nvidia es que la GeForce GT 1030 compita mano a mano con la Radeon RX 550 que cuesta 79 dólares, aunque estoy convencido de que las condiciones no favorecen al gigante verde. La RX 550 tiene mejores especificaciones, y por nueve dólares no hay que pensarlo demasiado. El único atajo para la GT 1030 es bajar su precio. Creo que en orden de los 50 o 55 dólares sería una compra más razonable.
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