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Microsoft sigue portándose mal, pero a la Comisión Europea se le ha agotado la paciencia.
Quizás al gigante de Redmond no le moleste abrir la billetera, son muchas las demandas recibidas y ésta no sería la primera acusación de mal manejo de la competencia. Uno creería que los montos que termina pagando lo harían escarmentar, pero también es cierto que el dinero no es exactamente un problema para Microsoft, quien probablemente siga con la intención de salirse con la suya cada vez que le plazca.
En el 2004 la empresa fue acusada de prácticas monopólicas por ocultar información a la competencia. En su momento la Comisión Europea sancionó a Microsoft con una multa € 497 millones y la orden de revelar información que permitiera a los rivales interactuar con Windows en un plazo de 120 días. Pero la compañía requirió de regalías y honorarios demasiado altos para que la competencia pudiera usar dicha información. En el 2007, sin una actitud complaciente de Microsoft, resurgieron los roces con la CE. Y aunque, en su momento, Microsoft declaró que las amenazas de multas mayores eran ilógicas, ahora deberá pagar U$S 1.300.000.000 por seguir empecinado en mantener su monopolio.
El jueves pasado, Microsoft publicó 30.000 páginas de código secreto de Windows al enfrentarse a nuevas investigaciones antimonopolio en Europa. La Comisión Europea, sin embargo, no se confía de las tretas de la compañía, argumentando que Microsoft "ha hecho al menos cuatro alegatos similares en el pasado".
