La telepresencia se ha convertido en una herramienta muy importante a la hora de acortar distancias entre dos o más personas para llevar a cabo proyectos coordinados. Sin embargo, la idea general es que no hay mucho de "humano" en un simple rostro sobre una pantalla. Irónicamente, para mejorar la intercomunicación y lograr un efecto más "social" entre dos personas, la gente de MIT ha recurrido a un robot para hacer el trabajo. Su nombre es MeBot, y además de comunicar a dos personas, permite que una de ellas gesticule, agregando cierta forma de "lenguaje corporal" al sentido de la telepresencia.
La telepresencia ha avanzado mucho en los últimos años. Mejoras sustanciales en la calidad de audio y vídeo, sumadas al notable incremento de las velocidades de banda ancha han hecho posible sostener una comunicación fluida entre dos o más personas, sin tener que sufrir tanto el clásico efecto break dance de las teleconferencias de antaño. Sin embargo, para muchos la telepresencia sigue siendo "fría". Tener contacto visual con la otra persona y escuchar lo que dice sin inconvenientes no parece ser suficiente, probablemente por la sensación de "encapsulado" que transmite la pantalla. En MIT han estudiado esto de cerca, y así es como presentarán en la próxima conferencia de Interacción Humano-Robótica 2010 en Osaka al pequeño MeBot.
¿Qué es lo que logra aportar el MeBot a la telepresencia? Básicamente, la dinámica de los gestos y el movimiento. En su "cabeza" hay una pantalla que muestra a la persona del otro lado de la comunicación, y esta persona es capaz de mover la cabeza y los brazos del MeBot de forma tal que logra enriquecer de forma significativa la telepresencia. El robot posee la flexibilidad suficiente como para apuntar con precisión, llamar la atención, e incluso operar en un espacio de trabajo compartido. También cuenta con cierta capacidad de movilidad, lo que en teoría permitiría al MeBot "enfrentar" a las personas a las que se dirige, a través de una mesa lo suficientemente grande.
De acuerdo al MIT, la gente que ha utilizado al MeBot reportó mayores niveles de dedicación y compromiso que cuando utilizaban a un telerobot estático o un método tradicional de telepresencia. No estamos seguros de cuál será el futuro del pequeño MeBot, pero nadie puede negar que hace lo que dice. Una cosa es ver a alguien negando con la cabeza en una pantalla, pero otra completamente diferente es ver a este pequeño robot negando "su" cabeza, transmitiendo de forma más directa la negativa de la persona al otro lado. Aunque no parezca la forma más eficiente de transmitir calidez social en una sesión de telepresencia, el MeBot hace las cosas un poco más entretenidas que simplemente mirar a una pantalla.
M… la verdad no se quien compraria y utilizaria uno de estos robots.
no me parece nada novedoso, seria un gran avance una cabeza robotica que tome los gestos de la persona que se comunica.