Los nuevos SSD de Sony duran más de 30 veces que uno normal

La grabación y edición de vídeo requiere la manipulación de archivos gigantescos, y en entornos profesionales el espacio no puede faltar bajo ninguna circunstancia. Sin embargo, son esos mismos profesionales los que quieren ver a lo mejor de ambos mundos en un único producto, sin poner en riesgo la integridad de su trabajo. La gente de Sony ofrece una alternativa con sus nuevos SSD de 480 y 960 gigabytes, que entregan una durabilidad entre 16 y 32 veces más alta de la que se observa en un SSD promedio.

Si aún no has adquirido una unidad de estado sólido, lo más probable es que hayas notado un leve aumento en sus precios. La demanda sigue en ascenso, los fabricantes se encuentran en plena transición tecnológica, y los titanes del mercado aprovechan para aplicar un premium a sus existencias. Por supuesto, esto no beneficia al consumidor, pero en el entorno profesional se obedece a otra serie de parámetros, y por más fuerte que sea la inversión inicial, el plan es recuperarla de la forma más eficiente posible. Los expertos que graban y editan vídeo se han apoyado durante décadas en los discos duros tradicionales, y básicamente esperan a que los SSD se conviertan en un reemplazo más directo. Una de las mayores preocupaciones es la durabilidad, pero la gente de Sony dice haber solucionado eso…

La nueva Serie G de SSD Sony viene en dos modelos, 480 (SV-GS48) y 960 gigabytes (SV-GS96). El gigante japonés no duda en destacar la durabilidad de sus unidades, que alcanza a un total de 1.200 y 2.400 terabytes escritos (TBW) respectivamente. Si comparamos estos números con el promedio más bajo de 75 TBW, los SSD de Sony son entre 16 y 32 veces más resistentes. De hecho, Sony indica que para el SV-GS96, esos 2.400 terabytes se traducen en diez años si se llena por completo al SSD cinco veces a la semana. Su mecanismo de conexión permite 3.000 inserciones (seis veces más de lo que indica el estándar SATA), y está protegido contra golpes o interrupciones de energía.

El rendimiento de ambos modelos no está nada mal: 550 MB/s en lectura, y 500 MB/s en escritura. Si bien hay unidades más rápidas en el mercado, Sony ha encontrado un muy buen equilibrio con sus SSD. Quien desee uno deberá pagar 287 dólares por la versión de 480 GB, o 539 dólares por 960 GB. ¿Caro? Tal vez, pero si no vamos a reemplazar a estos SSD durante diez años, se pagan solos. Su lanzamiento, en mayo.