Lisandro Pardo
Pinchar un neumático no tiene nada de divertido. El proceso de cambio ya es molesto por sí solo, y después hay que llevarlo a un especialista para que coloque el parche correspondiente. El siglo XXI nos debe algunos avances importantes en materia de neumáticos, y en el pasado hemos visto prototipos muy interesantes, pero creo que el primer paso debe ser la creación de un buen neumático sin aire. Bridgestone presentó su concepto en el año 2011, y ahora decidió expandirlo… para bicicletas.
Como alguien que ha destruido un par de bicicletas durante su infancia (?), pinchar un neumático es un aspecto muy irritante. La tecnología es estable, y demostró su eficacia más allá de toda duda, pero hay algo de fondo que nos deja pensando: ¿Acaso los neumáticos modernos no parecen un poco… obsoletos? Y no solo en bicicletas, sino también en vehículos de mayor tamaño. Previamente estudiamos conceptos de neumáticos dinámicos que cambian su configuración, diseños inteligentes con la capacidad de recargar baterías, y formatos esféricos muy futuristas, pero sería mucho mejor empezar por eliminar el aire.
En eso trabaja la gente de Bridgestone. De hecho, el proyecto fue revelado por primera vez en el año 2011, y la diferencia es que ahora existe un interés legítimo de llevar esta tecnología al mercado de las bicicletas en algún punto del 2019. Las imágenes confirman una reducción en el tamaño de los rayos para dar lugar a una serie de soportes hechos con una resina termoplástica especial. Estos soportes pueden absorber golpes y adaptarse a irregularidades como un neumático normal.
Bridgestone tuvo mucho cuidado al escoger una bicicleta de paseo para enseñar a sus nuevos neumáticos, y eso nos da una idea bastante sólida sobre su aplicación sugerida: Entornos urbanos de baja velocidad, o terrenos accidentados que demandan una resistencia adicional. Algunos artículos indican que los neumáticos podrían llegar a las pistas de ciclismo en el próximo encuentro olímpico de Tokio, pero el diseño en general no se ve muy aerodinámico que digamos. Ahora, si aparece en las tiendas con un precio razonable… ¿por qué no?
