Todos aquellos que visitan Reddit y siguen de cerca las novedades del mundo Linux seguramente se habrán encontrado con el mensaje de un usuario que revela una supuesta maniobra acordada entre Lenovo y Microsoft para bloquear la instalación de sistemas operativos alternativos en los ordenadores Lenovo distribuidos bajo el programa Signature Edition. Ahora que tenemos 24 horas de ventaja sabemos que dicha maniobra no existe, y que el problema es técnico. Veamos…
Falsa alarma, falsa alarma. Podemos guardar las horcas y las antorchas, siempre y cuando las apaguemos primero (?). En ocasiones, la Web es demasiado rápida para su propio bien, y a nuestras pantallas llega información que lamentablemente no contiene todos los detalles relevantes. El último ejemplo apareció en varios feeds con un enlace a Reddit, en donde el usuario BaronHK advirtió que su Ultrabook Lenovo Yoga 900 ISK2 bloqueaba la instalación de Linux. Al parecer, un breve intercambio con un representante de Lenovo lo llevó a la conclusión de que el culpable de dicho bloqueo era el programa Signature Edition de Microsoft, bajo el cual distribuye ordenadores con Windows 10 sin bloatware preinstalado.
A esto se suma la decisión por parte de Lenovo de impedir un cambio en el BIOS de sus portátiles, que mantiene al SSD en modo RAID, cuando lo lógico sería encontrar un interruptor para activar otra opción más compatible (digamos AHCI o NVMe «normal», fuera de RAID). Sin embargo…no hay ninguna conspiración entre Lenovo y Microsoft. Las palabras escogidas por el representante del fabricante chino fueron muy pobres, pero el punto es que existe una gran diferencia entre «Lenovo bloquea a Linux» y «los instaladores de distros Linux no ven al SSD en Ultrabooks Lenovo». Un bloqueo más activo sobre cualquier distro Linux impediría la ejecución directa de su instalador.
El problema aquí es de soporte, o mejor dicho, su falta. Lenovo emitió un comunicado en el que reconoce la implementación de RAID sobre ciertos productos con el objetivo de incrementar el rendimiento. Este modo RAID no es soportado en Linux (aún), e Intel no escribió controladores, por lo tanto, la decisión de Lenovo fue limitar el parámetro en el BIOS para concentrar la compatibilidad de sus Ultrabooks sobre Windows 10. La relación entre Linux y los chips móviles de la arquitectura Skylake es un desastre (problemas de administración de energía por todas partes), y el hecho de que Lenovo optó por limitar su BIOS es cuestionable… pero no hay un bloqueo agresivo contra Linux ni nada que se le parezca. Tal y como ha sucedido siempre con el hardware de última generación, quienes deseen utilizar Linux deberán esperar a que fabricantes, OEMs, o la comunidad entreguen el soporte necesario que habilite una instalación apropiada.
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