Últimamente en muchos foros de Internet se viene hablando de un problema que si bien es tan viejo como la tecnología LCD, recién con la gran difusión que están teniendo estas pantallas en la actualidad se ha puesto de manifiesto. Estamos hablando de los “dead píxeles”, esos puntos oscuros que pueden aparecer en nuestras pantallas.
Teóricamente, las pantallas con tecnología LCD que tenemos en nuestros escritorios, notebooks, palmtop, teléfonos móviles o juegos de video deberían verse sin ninguna falla en su imagen. Sin embargo, rara vez esto es así, dado que hay un problema que aqueja a estos dispositivos, y que tiene que ver con la forma en que están construidas.
Cuando miramos de cerca nuestro flamante monitor LCD, podemos ver que la imagen esta formada por miles (un monitor con una resolución de 1024×768 tiene casi un millón) de puntos individuales, distribuidos en una grilla, en filas y columnas. Cada uno de ellos recibe el nombre de Píxel, palabra hi-tech nacida como la combinación de las palabras Picture Element o Elemento de Imagen en español. El numero de bits usado para representar cada píxel determina cuantos colores (o grados de gris) puede mostrar la pantalla. Por ejemplo, en un modo de 8 bits de color, un LCD usa 8 bits para cada píxeles, lo que hace posibles 256 (2 elevado a la octava potencia o 2x2x2x2x2x2x2x2) colores disponibles.
En los monitores color, cada píxel esta compuesto de los tres colores básicos rojo, verde y azul. Asignando a cada componente de color un valor diferente se logran representar sobre la pantalla todos los colores disponibles en la paleta.
Ahora bien, suele ocurrir que en nuestra pantalla la electrónica asociada a cada uno de estos puntos, generalmente compuesta por un puñado de transistores controlando la corriente que pasa a través de un sándwich compuesto de dos hojas de material polarizable y una solución de cristal liquido entre ellas, deje de funcionar correctamente, dando lugar a píxeles que se ven permanentemente apagados.
Este efecto recibe el nombre de Dead Píxel o píxel muerto, y lamentablemente es bastante frecuente e irreversible. Un píxel en estas condiciones se vera siempre de color negro, y si no miramos con mucha atención, quizás nunca lo notemos, ya que si estamos viendo por ejemplo un fondo con una imagen muy colorida, es muy difícil determinar si ese punto negro que esta ahí pertenece a la imagen o bien es un defecto de nuestra pantalla. Recordemos que el tamaño físico de un píxel es tal que en un milímetro cuadrado caben varios de ellos.
Estadísticamente, cuando mayor es el número de píxeles que componen la pantalla, mayor es la probabilidad de que aparezca alguno de estos puntos muertos en ella. Pensemos por ejemplo en la pantalla de un ordenador Powerbook G3 Series, con un display TFT de 14,1 pulgadas de diagonal. Esta tiene una resolución 1024×768, lo que significan 786,432 píxeles individuales. Cada píxel requiere de tres sub-píxeles (uno para cada color primario) lo que da una cantidad de 2,359,296 transistores en la pantalla si suponemos que se necesita solo uno para manejar cada sub-píxel. Cualquiera de ellos que deje de funcionar, y ya tenemos un píxel muerto en nuestro querido G3.
Este tipo de defecto rara vez es reconocido por las garantías de los fabricantes, y de hecho, cada vez es mas frecuente encontrar en ellas hecha la salvedad explícitamente. En el caso de los PowerBooks de Apple, en un articulo técnico de la empresa titulado “PowerBook: Pixel Anomalies on Active Matrix LCD Panels” se puede leer “ …con los procesos de fabricación actuales de pantallas LCD, un cierto numero de sub-píxeles defectuosos (píxeles permanentemente encendidos o apagados) son aceptables. Dado que la cantidad de pantallas perfectas fabricadas es muy bajo, la mayoría contiene alguno de estos defectos. El costo de fabricar únicamente pantallas perfectas duplicaría prácticamente su costo”. Leído esto, reentiende que es una perdida de tiempo efectuar a Apple un reclamo por algún “Dead Píxel” en nuestra pantalla.
Sony tiene una política similar respecto de las pantallas de las PSP portables, y de hecho hubo bastante polémica en foros especializados por este tema a lo largo del 2005.