Es una sensación placentera para algunos, y terrorífica para otros. Tal vez sea el ruido, o el alivio que genera a continuación. Sonarse los nudillos ha estado asociado a la artritis durante años, pero no existe ni un solo estudio que respalde dicha asociación. De hecho, un trabajo de la Universidad de Alberta estaría confirmando una de las tantas teorías sobre el origen del ruido, e indicaría que en realidad, sonarse los nudillos puede ser algo bueno para nosotros.
Cada vez que me despierto. Sentado en la cama, muevo la cabeza hacia la izquierda. «¡Crack!». Una voz lejana me grita: «¡Un día te vas a quedar duro!». Pero aún no ha sucedido, o de lo contrario todo el mundo se vería como la Torre de Pisa. Tanto el cuello como los nudillos son un verdadero concierto en mi caso. Otras personas logran ese efecto en diferentes partes del cuerpo, pero la primera sensación es siempre la misma.
¿Qué se acaba de romper ahí dentro? Por suerte, no se rompe nada. En más de una ocasión hemos escuchado historias de horror sobre sonarse los nudillos, con gente que (supuestamente) sólo creció para tener dedos torcidos y manos inútiles. La artritis también ha sido mencionada hasta el hartazgo, sin embargo, no hay evidencias.
El origen del ruido de los nudillos
El ruido de los nudillos generó durante décadas un amplio debate entre médicos e investigadores. La candidata número uno es la cavitación. Ante la leve separación de la articulación, la cápsula sinovial que la envuelve aumenta su volumen. Esto causa un entorno de baja presión, y provoca que los gases en el líquido sinovial (dióxido de carbono, nitrógeno y oxígeno) se separen del fluido, formando una burbuja.
El origen del ruido es la formación de la cavidad y la burbuja, no su colapso. Los gases necesitan entre 10 y 30 minutos para ser reabsorbidos por el líquido sinovial, y por ese motivo es que sonarse los nudillos no es algo que se pueda hacer constantemente (hay excepciones, claro).
Un reciente estudio proveniente de la Universidad de Alberta logra inclinar la balanza en favor de la cavitación al registrar bajo imágenes de resonancia magnética qué sucede cuando una persona se suena los nudillos, todo en un intervalo de 300 milisegundos. Pero lo más interesante es que el proceso podría ser benéfico, ya que ayudaría a mantener lubricada la articulación, que es lo que todos queremos.
Esta idea va en contra del pensamiento general. Ahora, la mayoría de las fuentes coinciden en un punto: Si el crujido está acompañado de dolor y sucede durante el movimiento normal de la articulación puede haber un problema, por lo que conviene consultar al médico.
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