IBM desarrolla los superordenadores del futuro, pequeños como un portátil

Los grandes avances que Big Blue está logrando en materia de computación óptica podrían permitir el desarrollo de superordenadores que ya no precisen de multitud de ordenadores conectados entre sí por kilómetros y kilómetros de cobre

Los días de los enormes superordenadores podrán pronto quedar en el olvido, gracias a los fuertes avances que IBM está logrando.

Esto permitirá que en lugar de conectar cientos de ordenadores potentes a través de kilómetros de cobre, el superordenador del futuro se reduzca a un tamaño más parecido al de un portátil o un reproductor de DVD. Superordenadores que en lugar de precisar tanta energía como para iluminar centenares de casas tan solo utilicen la misma energía que una lámpara.

Semejante reducción de espacio y consumo energético será posible gracias al avance en la forma en que se transforma las señales eléctricas en pulsos, algo que en la industria se conoce como el modulador electrico-óptico Mach Zehnder, y que IBM está logrando optimizar hasta niveles antes nunca logrados.

Lo que Big Blue ha logrado es fabricar moduladores que son entre 100 y 1.000 veces más pequeños que los actuales, con lo que se podrá realizar la misma tarea con circuitos muchísimo más pequeños que los que vemos hoy día. Todo sin aumentar el calor que producen estos ordenadores, y con un consumo eléctrico miles de veces menor, eso sin mencionar la gran mejora en perfomance, que será de alrededor de 100 veces respecto de los actuales.

Para IBM, la idea de construir superordenadores con tecnología óptica, que permita encogerlos a tamaños tan reducidos tendrá un profundo impacto en los costos, a tal punto que permitirá que universidades más pequeñas o empresas no tan poderosas puedan acceder a estas herramientas.

De acuerdo a IBM, al llevar los superordenadores a una escala móvil se podrá también ampliar el rango de uso actual, muy limitado a enormes espacios dedicados en univesidades. En lugar de eso, se podrá llevar un “superportátil” a un lugar alejado en el cual se deba trabajar, por ejemplo en geología o en exploración petrolera o minera.