Era de esperar que el gigante de Internet tuviera algo que decir respecto a la compra de Yahoo! por parte de Microsoft, aunque quizás no esperábamos una reacción tan efusiva.
David Drummond – vicepresidente de Google – manifestó su opinión sobre esta unión en el blog de la compañía, y no escatimó mordacidad. La línea final tras sus declaraciones da a entender que este trato representaría un negro futuro para Internet. Según Drummond, Microsoft utilizaría sus retorcidas tácticas para tomar una ventaja injusta, eliminando la competencia y dañando el ambiente abierto e innovador de la Web. Es algo bastante contundente para decir, y sin embargo no existe un claro ejemplo de cómo podría suceder tal cosa ante la unión. “¿Podría Microsoft intentar ejercer el mismo tipo de influencia ilegal e inapropiada sobre Internet como lo ha hecho con los ordenadores?” sugiere Drummond, que asegura que Microsoft ha buscado constantemente establecer monopolios propietarios. Y mientras sigue sin especificar las ideas que le inspiran estas dudas, habla de prácticas injustas para monopolizar el sistema de correo electrónico y mensajería instantánea en Internet, limitando el libre acceso a la competencia. Más allá de que es difícil concebir cómo podría Microsoft lograr esto, es algo irónico que Google, ese que no deja de abarcar servicios y a veces nos asusta con tomar control completo de Internet, hable de monopolio.
Bradford L. Smith – por parte de Microsoft – respondió que el trato con Yahoo!, contrario a las declaraciones de Drummond, crearía más competencia al “establecer un segundo competidor para las búsquedas y publicidad en Internet”. Aun con la unión a Yahoo!, Microsoft tendría un 30% del mercado de búsquedas de Estados Unidos, en tanto Google mantendría un 65%. Claro que la preocupación de Drummond no va por el lado de las búsquedas sino del correo electrónico, mensajería instantánea y los portales, que son los que más tráfico tienen en Internet.
La intención decidida de Google de detener esta fusión recuerda la preocupación de Microsoft ante la adquisición de Doubleclick por parte de Google. Sin perder tiempo, urgieron a los reguladores – junto con AT&T – para evitar esta fusión que, según Microsoft, reduciría la competencia en el negocio de la publicidad en línea y pondría demasiados datos de consumidores en la manos de Google. Aunque el trato fue aprobado al final, la transacción sigue bajo revisión en Europa. Todo esto, desde el lado del consumidor se ve más bien como una batalla por el control de las grandes compañías que una verdadera preocupación por los beneficios del usuario final. ¿A Google le preocupa realmente que la unión le saque protagonismo, o simplemente se desquita por los obstáculos que sufrieron en su compra de Doubleclick? En cualquier caso, lo cierto pareciera ser que no es el futuro de Internet el que angustia a Drummond, sino el de la propia compañía.
La diferencia radica en que lo que toca Google lo vuelve gratuito y lo deja funcionando como esta, dándole a veces incluso más funcionalidad. Por el contrario lo que toca Microsoft lo vuelve… bueno, hay que recordar lo que era Hotmail antes de que se hiciera de este.