Geminoid F: La actriz robótica

Siguiendo con la evolución de la robótica, he aquí la creación de Hiroshi Ishiguro, un investigador en los Laboratorios de Inteligencia, Robótica y Comunicación ATR, Geminoid F. A diferencia de muchos otros robots humanoides, este es una actriz que recientemente estrenó su producción en un teatro de Tokio. Sayonara, escrita y dirigida por Oriza Hirata, cuenta la historia de una joven que sufre de una enfermedad terminal y sus padres le consiguen un androide para que la acompañe.

Recientemente nos impresionamos mientras sufríamos un incontenible escalofrío por la espalda con la enfermera robótica, Actroid-F. Y mientras que su objetivo era estudiar las reacciones de los pacientes, no todos los robots humanoides están diseñados para ayudar a las personas, sino también para entretener. Ese es el caso de Geminoid F, la actriz robótica que recientemente estrenó su pequeña producción teatral en Japón.
La producción titulada “Sayonara”, duró tan solo 20 minutos y tenía como protagonista a la actriz robótica, Geminoid F, acompañada en el escenario por una actriz humana.

De todos modos, no se trata de un actor autómata aún, ya que durante la obra era controlado detrás de escena por un humano. La trama de la obra giraba alrededor de una joven, interpretada por la actriz Bryerly Long, que sufre una enfermedad terminal y sus padres le traen un androide para que la acompañe. Terminada la obra, la actriz dijo que sintió la falta de una “presencia humana” sobre el escenario y sentía que actuaba sola. En parte se debió al limitado movimiento del robot, que permanece sentada durante los 20 minutos.

Geminoid F es la creación de Hiroshi Ishiguro, un profesor de la Universidad de Osaka e investigador en los Laboratorios de Inteligencia, Robótica y Comunicación ATR. La obra fue producida mediante una sociedad entre Ishiguro y el director y escritor de Sayonara, Oriza Hirata, que opina que la obra explora preguntas como: “¿Qué significan la vida y la muerte para los humanos y los robots?”, presentando a la vez “una fusión entre artes teatrales y ciencia.”

Posiblemente ayude el hecho de que el androide estaba interpretando el papel de un androide, pero más allá de sus limitaciones, era capaz de imitar las expresiones faciales de su operadora tras bastidores mediante una cámara y, su voz, a través de un micrófono. Tal como la Actroid-F, podemos notar que muchos de los movimientos son muy “robóticos”, por decirlo de alguna manera, pero esta clase de experimentos son importantes para avanzar y ver qué otras funciones pueden cumplir los androides a medida que evolucionan científica y tecnológicamente.