Pensemos por un momento en la enorme cantidad de terminales que siguen desafiando el paso del tiempo y se mantienen encendidas con tecnología que hemos dejado atrás hace años. Ahora, imaginemos a esas terminales que necesitan ser reparadas, y que no pueden ser reemplazadas. Un punto de falla bastante común es la unidad de discos floppy. La mayoría de los diskettes a la venta son reciclados, y las unidades en sí resultan cada vez más difíciles de obtener, pero FloppyFlash se presenta como un reemplazo directo, que incluso utiliza el conector de 34 pines.
El concepto de «emulador floppy» es algo con lo que me he cruzado en más de una ocasión. Un par de búsquedas en Google nos llevarán a productos como el HxC, y su aparente clon chino de marca Gotek que es muy popular en eBay. En promedio hablamos de una inversión que no supera los 20 dólares, aunque existen modelos mucho más avanzados que soportan una amplia variedad de formatos. ¿Por qué alguien estaría dispuesto a comprar un emulador de unidades floppy? Para comenzar, no olvidemos el hecho de que ya no se fabrican diskettes. Luego, la mayoría de las unidades disponibles tienden a ser externas, orientadas a ordenadores modernos, y con una interfaz USB. Finalmente, las PCs no son las únicas que utilizan unidades floppy. Hay otros ordenadores hogareños que si bien poseen una unidad de 3.5 pulgadas, sus sistemas de archivo son diferentes, y después encontramos ejemplos aislados como los de ciertos teclados Yamaha. Hace poco apareció en la Web una alternativa llamada FloppyFlash, y por lo que podemos observar, se trata de un emulador bastante robusto.
A diferencia del HxC y el Gotek, el FloppyFlash no ofrece un puerto USB y un selector de imágenes, sino que encontramos una ranura compatible con tarjetas CompactFlash, y lo que indudablemente es un puerto Ethernet. ¿Por qué está ese puerto allí? FloppyFlash posee una dirección IP dedicada, por lo tanto, cualquier usuario que decida conectar el emulador a un router podrá administrar el contenido de la tarjeta CompactFlash en forma remota, con la ayuda de la interfaz gráfica FLASH2GUI. El FloppyFlash puede emular unidades de 5.25, 3.5 y 8 pulgadas, es compatible con tres esquemas de codificación (FM, MFM y MMFM), y entrega dos modos de velocidad (125 o 500 kilobytes por segundo).
Mientras que el HxC y el Gotek claramente apuntan al usuario final, la sensación es que el FloppyFlash busca tentar a entornos empresariales e industriales. La adición del puerto Ethernet y el soporte para administración remota es excelente, pero no hay dudas que eso modificará su precio, el cual su fabricante Solid State Disks Ltd. no ha revelado (todos los interesados deberán contactarse con la compañía). Estoy convencido de que en algunos entornos es muy complicado reemplazar a la unidad floppy, sin embargo, con esta clase de tecnología a nuestro favor, no es imposible.
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