Todas las dudas desaparecieron. El propio Mark Zuckerberg se subió al escenario en el keynote del Oculus Connect, y envió al mundo un mensaje contundente: El futuro de Facebook es en realidad virtual. ¿Cómo llevará a cabo la red social semejante transición? Avatares, telepresencia, videollamadas, expresiones faciales, juegos colaborativos, cámaras en 360 grados, y mucho más. La demo duró apenas siete minutos, pero alcanzaron para que los radares de la prensa especializada explotaran.
Cuando Facebook compró a Oculus en marzo de 2014, la pregunta más grande fue «¿por qué?» La idea de combinar realidad virtual y redes sociales no es tan fácil de visualizar. El Rift seguía atrapado en su fase de prototipos el día del anuncio, pero dos años y medio después, las reglas cambiaron por completo. Hay dos cascos virtuales compitiendo en el mercado, un tercero será lanzado la próxima semana, y varias soluciones basadas en dispositivos móviles luchan por ganar un espacio. Para Facebook, la realidad virtual no es un capricho o una simple inversión a futuro: Es su siguiente salto evolutivo. Mark Zuckerberg subió al escenario de la Oculus Connect, y nos dio una pequeña dosis de esa evolución. Acaso… ¿alguien dijo «avatares»?
No, el número uno de Facebook no compartió ningún detalle técnico durante la demo, y lo más probable es que haya sido preparada con mucho cuidado, sin embargo, el potencial de Facebook VR se perfila como gigantesco. Los usuarios aparecen dentro del entorno virtual en la forma de avatares que nos recuerdan mucho a los Mii de Nintendo. En la demo observamos a Mark con sus amigos Lucy y Michael jugando ajedrez, para luego pasar a una sesión improvisada de esgrima con espadas dibujadas. Las expresiones de los avatares están muy logradas, aunque un portavoz de Facebook confirmó que son activadas manualmente, y que más adelante se explorará la integración de recursos secundarios como análisis de voz y rastreo de gestos. Cada uno de los avatares cuenta con una especie de «brazalete inteligente virtual» que habilita (entre otras cosas) el cambio del entorno virtual, la posibilidad de compartir vídeos, e incluso realizar videollamadas. En un momento de la demo, Mark recibió una llamada de su esposa (quien apareció en una pantalla gigante), tomó un autorretrato con un «selfie stick virtual», y lo publicó en Facebook. Incluso fue posible ver la casa de los Zuckerberg en 360 grados, con perro sobre el sofá y todo.
La plataforma no tiene un nombre oficial (nos quedaremos con Facebook VR hasta recibir información extra) ni tampoco fecha de lanzamiento, pero algo me dice que vamos a ver más muy pronto. Con esta demo, Facebook propone la idea de transformar a la realidad virtual en una plataforma global de comunicación, combinando todo el aspecto social con experiencias muy personales. ¿Qué opinan? ¿Es una línea de desarrollo viable, o Facebook pierde el tiempo? Los comentarios se encuentran abiertos.
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