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El primer ordenador de España

Resulta apasionante recordar como fueron los inicios de la época más revolucionaria de la humanidad. En esta noticia recordaremos cómo era el primer ordenador que apareció en España y veremos cuán distintos podían llegar a ser con respecto a los de ahora. La marca no podía ser otra que IBM, la todopoderosa y emblemática protagonista de la era de la información.

La constante miniaturización informática en la que nos encontramos inmersos hace olvidar los tamaños que se manejaban apenas unas décadas atrás. Los ordenadores modernos son el compendio de una intensa investigación que ha llegado a reducir de manera asombrosa las proporciones que puede llegar a poseer una máquina de estas características. El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia expone desde este lunes en la Calle Menor, una zona de libre acceso al público, el primer ordenador que llegó a España en el año 1959. Se trata del modelo de IBM 650 Magnetic Drum Calculator que fue adquirido por Renfe para la gestión de las líneas ferroviarias y que en la actualidad forma parte de los fondos del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (Muncyt). Esta institución pretende mostrar las piezas más significativas que posee y lo quiere hacer a través de sucesivas exposiciones donde podrá presumir de tener unas máquinas realmente curiosas. La muestra actual que presenta este viejo mamut de la era digital tiene por nombre “Ventana Valencia”. Al acto han asistido el director científico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, Manuel Toharia, el director del Muncyt, Ramón Ñúñez, y el secretario general de Política Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia e Innovación, José Manuel Fernández de Labastida.

El IBM 650 Magnetic Drum Calculator representa el paso intermedio entre los ordenadores electromecánicos con tarjeta perforada y los de ahora, basados en transistores. Es 150 veces más grande que un ordenador actual y con un peso 1.000 veces superior (6 toneladas). El cableado se realizaba de manera manual, al estilo de las antiguas centrales telefónicas, esas que tantas veces hemos visto en las películas donde una bella señorita maneja con presteza un lío de conexiones entrando y saliendo. Este fastuoso IBM funcionaba con lámparas de vacío, en su época consideradas un gran avance tecnológico.

El rendimiento se halla a años luz de los actuales y rapidísimos PC, que cualquiera puede disponer hoy día. Entonces estaba considerada una máquina casi celestial, capaz de enfrentarse a retos de ingeniería y trabajos científicos con total solvencia, aunque luego, visto su potencial, se adaptó a trabajos más industriales. Uno de sus mayores éxitos fue su total compatibilidad con otros sistemas, proporcionándoles una mayor capacidad de cálculo y proceso de datos. A este ordenador se le considera “fundamental” en la historia de la informática porque representa el “eslabón perdido” entre los primeros monstruos cibernéticos que funcionaban mecánicamente y los potentísimos ordenadores de la época actual, desarrollados con transistores (cada vez más pequeños) capaces de llevarnos hasta las estrellas.

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Escrito por imported_Kir

3 Comments

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  1. Fascinante. Viendo estas fotografías es cuando uno debe darse cuenta de la época en la que estamos, y valorar nuestros maravillosos portátiles!

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