El primer barco solar de turistas es español

Navega por algunos embalses de España y hace las delicias de los clientes que pagan los 5 euros que piden por el trayecto. El barco que sólo utiliza energía solar para rentabilizar actividades lúdidas existe y se encuentra en España. Esto demuestra que las energías renovables comienzan a aprovechar su potencial dentro de la sociedad industrializada. El ahorro, tanto en coste ecológico como económico, puede ser definitivo.

España no deja de sorprender. Hace poco se convirtió en el país con mayor número de ciudadanos con firma electrónica. Posee el parque solar más grandes del mundo e incluso se plantea la posibilidad de abandonar la dependencia del petróleo para el año 2050. Ahora nos llega la información de que existen unos barcos que funcionan exclusivamente con energía solar que mantienen una ruta turística habitual en varios embalses del territorio nacional. La empresa que ha desarrollado los prototipos es mallorquina y llevan algún tiempo ofreciendo servicios lúdicos a los turistas que les gusta navegar por aguas tranquilas. Seacleaner Trawler, la empresa que ha diseñado los barcos, tiene en Guadalest (Alicante) su buque insignia y en los dos meses de funcionamiento que lleva, ha transportado a unos 4.000 pasajeros. Por la módica cantidad de 5 euros, se las pasea por el embalse del Guadalest durante 50 minutos. "Tras pagar los sueldos de los empleados, con el dinero restante obtenido de los paseos se financian investigaciones en el Centro Tecnológico Solar (CTS) que la propia compañía tiene en Palma y que mantiene acuerdos de colaboración y estudio con los Ministerios de Fomento e Industria”, ha comentado Juan Carlos Ortuño, director de la empresa.

Hay que resaltar el hecho de que este barco se ha diseñado con la última tecnología, optimizando el consumo energético, el rendimiento del motor y mejorando la flotabilidad de casco. Ortuño afirma muy orgulloso que su empresa es "la única del mundo capaz de transportar pasajeros en embarcaciones desarrollando toda la potencia con energía solar". Además de la embarcación del Guadalest, Seacleaner Trawler posee otros dos barcos menos ostentosos que navegan por lugares más modestos como el parque del Retiro de Madrid. Ortuño ha explicado que les han llegado peticiones de muchos ayuntamientos para montar barcos solares en sus municipios como es el caso de Mérida, Bilbao o del lago de Sanabria (Zamora), así como un proyecto de transporte público en el Mar Menor (Murcia). Esto demuestra la viabilidad de la idea y aunque hablamos de desarrollos humildes, no podemos perder de vista lo que significa el haber empleado una tecnología solar rentable.

¿Cómo es este barco solar? Dispone de 16 placas solares, distribuidas en 2 bandas laterales y situadas en el techo del buque. Alimentan a 24 baterías de gel que pueden ofrecer unas 150 horas de funcionamiento si no hay luz solar de la que proveerse.  El barco necesita unos 1.200 vatios para moverse con soltura y sus placas le proporcionan unos 1.300 vatios. Las sobras energéticas van a parar a las baterías que, de esta manera, garantizan una enorme autonomía de funcionamiento. Este barco, que posee 2 quillas y pesa 8 toneladas, es un catamarán y está construido de tal manera que lo hace "insumergible", ha explicado el director adjunto, quien ha añadido que "si el buque se partiera por la mitad, cada parte navegaría por su lado". La nave de desplaza a unos 3 nudos, "que es la marcha ideal para este tipo de embarcaciones", aunque se podría llegar "hasta los 8 nudos".Es capaz de transportar en sus 2 metros de eslora por 4 de manga "60 pasajeros sentados", aunque "tiene capacidad para acoger mucha más gente".

Para explicar el impacto medioambiental Ortuño usa, de modo muy gráfico, cierta equivalencia: "en casa se utilizan unos 800 vatios para calentar un vaso de leche en el microondas durante un minuto y medio, aproximadamente, con lo que con 200 vatios menos nosotros estamos moviendo el barco, la tercera parte del consumo de un secador de pelo doméstico". Además, "en 20 ó 25 años de vida útil de este barco, dejaremos de consumir un millón de litros de gasóleo" y, por tanto, "de lanzar a la atmósfera el dióxido de carbono (CO2) que produciría su combustión".

Estos barcos solares a más de uno le pueden parecer una cursilada. Eso de montar turistas y pasearlos por las aguas calmas de un embalse no refleja la idea que solemos tener sobre las nuevas tecnologías. Seguramente pensamos en trayectos espaciales, teletransportación, viajes en el tiempo y cosas por el estilo. Sin embargo, todo viaje comienza con un primer paso. Y en este caso, bien podría ser admirando el paisaje de un pantano, con camisa de flores y sombrero de paja. ¿Por qué no?