Si has jugado al original, sabes que cocinaba los sesos de cualquiera que se atreviera a tocarlo. Ahora la secuela salió exclusivamente para PlayStation 3 y hace uso de la nueva chuchería de Sony, la PlayStation Move. Ayudado con este nuevo periférico, en Echocrome II puedes mover el mundo sobre el que se mueve un personaje automático abriéndole paso por los varios niveles que ofrecen.
El primer Echochrome, que salió hace dos años para PlayStation 3 y PSP, fue muy bien recibido porque le daba una vuelta de tuerca al viejo y querido género de plataformas. Ahora, con un nombre ya establecido, Sony vuelve al ataque con la secuela, Echochrome II, esta vez exclusiva para PlayStation 3. ¿Por qué? Para poder aprovechar todas las facilidades que entrega el nuevo control de movimiento, PlayStation Move.
Como en aquel juego, tú no tienes control del personaje, sino del escenario. Bueno, en este caso, la sombra del escenario que se mueve a medida que lo apuntas con tu linterna virtual, el PlayStation Move. Es una gran diferencia en comparación al original, pero una que no cambia mucho la estructura del juego. A medida que abres paso para el hombrecito, él avanza automáticamente sobre el camino que le habilitas.
Pero no es tan simple como suena, porque tendrás que tratar con muchos caminos sin salida o lugares a donde el hombre tendrá que saltar, entonces debes lanzarle una bola para que rebote sobre ella. Como estas cosas hay muchas y funcionan bien para ofrecer la muy necesitada variedad en este tipo de juegos. Y en todo el proceso, el nuevo periférico de Sony funciona a la perfección, tomando cada uno de tus movimientos y apuntando al sitio que estás apuntando con una precisión asombrosa.
El problema principal con esta secuela es que los puzzles en sí no son tan buenos como los del título anterior. Aquí más de una vez ocurre que solo debes mover las piezas con más reflejo que lógica y eso lo hace aburrido. En el original la única manera de resolver un puzzle era entendiéndolo y dominándolo, aquí puedes terminar el juego entero especulando de principio a fin.
Afortunadamente hay variedad, porque no solo existe este modo tradicional que hizo tan popular al primero, sino que está acompañado por dos más. El primero se llama Echoes y antes de llegar al final del nivel, debes desviarte para recoger copias del personaje. En el segundo, cada uno de tus pasos en la sombra pintan el mundo de un color y el objetivo es pintar el nivel de un color determinado.
En definitiva, Echochrome II muestra una gran tecnología y confirma que la fidelidad de Move no tiene comparación, pero como juego no es mejor que el original. No presenta ni la mitad del cuidado en el diseño de los puzzles y se nota. No son tan complejos y hasta en muchos casos pueden resolverse de maneras simples que los desarrolladores no habían considerado. Pero más allá de estas críticas, si tienes ganas de probar tu nueva Move, este es un buen ejemplo. Puedes conseguirlo en PSN por US$15.
Puntaje: 78%
Conclusión: Gran demostración de la tecnología, pero no tan bueno como su predecesor.
Qué embole!!!! ¡¡Beatiful!! por dios!