Aunque la Real Academia prefiere palabras al estilo de grupo o racimo, los que llevamos algunos años explorando el mundo de la informática nos inclinamos hacia el clásico «clúster» para describir a una serie de ordenadores interconectados que se comportan como si fuera uno solo. Si alguna vez has pensado en crear tu propio clúster hogareño, tal vez quieras comenzar con una especie de «modelo a escala», utilizando varios Raspberry Pi, y la plataforma Docker.
Dejemos a un lado las máquinas recreativas, los emuladores, las transformaciones de consolas y los ordenadores DIY. El Raspberry Pi puede ser aplicado en proyectos mucho más complejos, como por ejemplo la creación de superordenadores, y el ocasional clúster. La primera ventaja es sin lugar a dudas el bajo costo del Raspberry Pi. Una simple búsqueda en la Web nos llevará a ideas basadas en el Raspberry Pi Zero, pero se ha vuelto muy difícil obtener en gran número al hermano pequeño de cinco dólares. La mejor opción es invertir algunos billetes en 7 u 8 de los Raspberry Pi más económicos que podamos obtener, y trabajar a partir de allí. La segunda ventaja que quiero mencionar es el aprendizaje. En lo personal nunca tuve la necesidad de configurar un clúster (he visto un par funcionando), pero si quisiera «mojar mis pies» en el tema, calculo que comenzaría explorando esta ruta.
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El tutorial que publicó Alex Ellis en YouTube nos enseña a configurar varios Raspberry Pi (siete en este caso, sumando un total de 28 núcleos porque usa el RPi 2b quad-core) utilizando el llamado «Swarm Mode» de la plataforma Docker. Una de las tantas frases utilizadas para describir a Docker es «administrador de contenedores». Los desarrolladores pueden crear, ejecutar y evaluar sus propias aplicaciones bajo un entorno aislado, pero en vez de virtualizar hardware como lo haría VirtualBox, el rol de Docker está más alineado con el de «sistema operativo».
El vídeo dura unos 17 minutos, pero también encontramos información adicional en el blog de Alex Ellis, incluyendo las instrucciones para instalar Docker 1.12 en Raspbian Lite, que como siempre deberá estar precargado en la tarjeta de memoria de cada Raspberry Pi. En pocas palabras, hay que ensuciarse un poco las manos, y no tener miedo a la consola de Linux. Recuerda: El plan es aprender y experimentar.