El nombre de Craig Venter seguramente formara parte de los anales de la ciencia por ser elinvestigador que logró descifrar el código genético humano. Pero Venter asegura también haber construido el primer cromosoma sintético, capaz de ayudar a combatir el calentamiento global.
“Estoy creando vida artificial”, aseguro Craig Venter en declaraciones vertidas al diario “The Guardian”. El científico asegura haber construido el primer cromosoma sintético en su laboratorio, a partir de compuestos químicos individuales. Si el experimento puede ser verificado por la comunidad académica, sería la primera forma de vida artificial de la Tierra. Se trata de un salto gigantesco en el desarrollo de genomas diseñados artificialmente.
El anuncio formal será emitido en los próximos días, y se supone que podría ser el próximo lunes, cuando se lleve a cabo la reunión anual de su instituto científico en San Diego, California. Se espera que el tema genere intensos debates éticos, sobre todo por parte de las comunidades religiosas que suelen tener poca tolerancia sobre estos temas. Pero como contrapartida, Craig cree que su invento puede ser la llave que permita solucionar problemas tan acuciantes como el calentamiento global.
En las declaraciones efectuadas a The Guardian, Venter dijo el resultado de su investigación marca un punto de inflexión en la ciencia, ya que “hemos pasado de leer nuestro código genético a adquirir la habilidad de escribirlo. Eso nos da la habilidad hipotética de hacer cosas nunca antes contempladas”.
La idoneidad del equipo de trabajo que ha logrado construir un cromosoma sintético no puede ser puesta en duda. Se trata de un grupo de 20 científicos de máximo nivel, elegidos personalmente por Venter, y dirigidos por el Premio Nobel Hamilton Smith.
El cromosoma que ha resultado del esfuerzo conjunto del equipo es toda una proeza de la bioingeniería: utilizando compuestos químicos a modo de “ladrillos” básicos, los han ido uniendo hasta construir un cromosoma que mide 381 genes de largo y que contiene 580.000 pares de bases de código genético. Se tomó como base el ADN de la bacteria “Mycoplasma genitalium”, al que se le quitó la “basura” sobrante para quedarse solo con lo estrictamente necesario para el sostén de la vida. El cromosoma reconstruido de forma sintética, bautizado como “Mycoplasma laboratorium”, ha sido etiquetado con marcas de agua, para que sea fácil de reconocer.
Pasar de un cromosoma artificial a un ser vivo requiere de algunos pasos adicionales. El equipo deberá trasplantar el cromosoma a una célula bacteriana viva para que tome el control y se convierta, finalmente, en una nueva forma de vida. El equipo ya ha tenido éxito en esta fase del experimento antes, por lo que Venter dice tener “un 100% de confianza” en que esta técnica funcionará con el cromosoma creado artificialmente.
La nueva forma de vida dependerá de su habilidad de autocopiarse mediante la maquinaria celular en la que será inyectada. Desde ese punto de vista no va a ser una forma de vida totalmente sintética, aunque su ADN será artificial. Como es lógico, Venter ya ha solicitado una patente para su bacteria sintética.
¿Por qué es importante lograr una patente sobre un ADN artificial? Es simple: se trata del “prototipo” sobre el que se puede construir prácticamente cualquier cosa. Desde nuevos fármacos hasta las armas biológicas más aterradoras que podamos imaginar. Y en esos campos hay mucho dinero que Venter no quiere dejar escapar. Según él, se podrían crear bacterias que pudieran absorber el exceso de dióxido de carbono, contribuyendo de este modo a solucionar el problema del calentamiento global; o podrían producir combustibles a partir de azúcares.