Nadie puede negar que la fotografía se haya transformado en un arte digital. Lo que antes eran películas, reveladores, ampliadoras y cuartos oscuros, se ha convertido en tratamiento digital de cadenas de ceros y unos casi infinitas.
Este nuevo panorama ha permitido a muchas personas convertirse en fotógrafos amateurs, dado que las cámaras digitales de la actualidad toman mejores fotos y son más baratas que cámaras tradicionales con similares características. Los jóvenes, quienes han crecido en un mundo cada vez más digital, han adoptado las nuevas cámaras fotográficas con total naturalidad, y conceptos tales como “resolución”, “compresión” y “memoria”, entre otros, les son totalmente familiares. Pero hay una gran cantidad de adultos, que han entrado en este nuevo mundo, a veces casi por obligación, dado que muchos fabricantes directamente han discontinuado sus líneas de cámaras fotográficas tradicionales, y se han volcado de lleno a la nueva ola digital.
En NeoTeo hemos reunido una serie de consejos para que todos aquellos que aun dudan en el momento de comprar o utilizar una cámara de fotos digital puedan despejar sus inquietudes, y para que aquellos que dominan el arte de la fotografía digital puedan sacar aun mejor partido de sus equipos.
Una cámara digital permite compartir sus tomas con cualquier persona a través de Internet, editar sus fotografías en casa para obtener el mejor resultado posible, o imprimir sus mejores fotos sin tener que acudir a una tienda dedicada, y descartar las fotos que no le gusten justo después de tomarlas, entre otras posibilidades.Las cámaras digitales consumen importantes cantidades de energía, lo que puede resultar caro si utilizamos pilas de las tradicionales para alimentarla. Lo ideal es asegurarnos de que nuestro modelo acepte baterías recargables, que si bien son bastante mas caras que las pilas comunes (entre 5 y 8 veces su valor) tiene el potencial de ser recargadas alrededor de 1000 veces, lo que hace que su costo a lo largo del tiempo sea casi cero.
Tenga en cuenta que deberá comprar además un cargador, y seria muy conveniente tener dos juegos de baterías, con el fin de que cuando se agote uno, pueda intercambiarlas con las del otro juego, lo que le dará una autonomía mejor.
Un punto a tener en cuenta es que las baterías se descargan con el tiempo, aunque no estén en uso. Este efecto es mucho menos acusado en las pilas tradicionales, por lo que seria interesante tener a mano un juego de pilas comunes por si al momento de echar mano de las baterías recargables descubrimos que como hace un par de meses que las recargamos por ultima vez, ya se han descargado en nuestro cajón.
Además de resultar más económicas, estas baterías causan menos impacto sobre el medio ambiente.
Existen diferentes tecnologías dentro de las baterías recargables. De ser posible, compre las de tipo NiMH (hidruro de níquel metálico, o “níquel-metal”), que pueden almacenar casi un 50 por ciento más energía que las pilas normales y no pierden tanto su capacidad con el tiempo.
Algunas cámaras, sobre todos las de características profesionales, a menudo utilizan un tipo de baterías recargables similares a las de los teléfonos celulares. En ese caso, la cámara es la que hace las veces de cargador y se debe conectar a una toma de energía antes de usarla.
El problema con estos dispositivos es que una vez agotada la pila, la cámara queda inservible hasta que se vuelva a cargar, pues es imposible utilizar cualquier tipo de baterías alternativas, como las muy populares AA. Si no tiene alternativas a la hora de adquirir una cámara con su propio tipo de pila, trate de que también acepte baterías normales, que le servirán como fuente de energía alternativa en caso de emergencia.
Si viaja por el mundo, recuerde dotar de su cargador de adaptadores que le permitan usarlo en países con una red de energía basada en 220V o 110V, y con diferentes tomacorrientes, si no, sus baterías serán inutilizables.
Por ultimo, le damos algunos tips a tener en cuenta en el uso de sus pilas y baterías:
– No esta de mas recordar que nunca debe utilizar pilas no recargables en su cargador, ni insertar baterías tipo NiCad (de Níquel y cadmio) en un cargador para pilas NiMH, o viceversa, pues corre el riesgo de averiar las pilas y el cargador o, en casos extremos, de ocasionar un incendio.
– No deje las baterías en la cámara. Si no piensa utilizar su cámara fotográfica digital por algún tiempo, saque sus baterías recargables y guárdelas aparte. Esto reduce la posibilidad de que la corrosión de la pila dañe seriamente los componentes electrónicos internos de su cámara.
– A la hora de guardar sus baterías durante largos períodos, es recomendable que las deje en un lugar oscuro, fresco y seco, lo que alargará su vida útil.
– No mezclar las pilas. Evite mezclar baterías de diferentes marcas, tipos o capacidades en su cámara pues eso puede dañarlas o causar pequeños cortos circuitos en su cámara digital. La explicación es que si bien físicamente pueden parecer iguales, a menudo entregan diferentes cantidades de corriente, por lo que si mezclamos una de 1.400 mAh con una de 1.850 mAh, la primera siempre se agotará antes que las segunda, y comenzara a circular una corriente entre las baterías que causara problemas
Si sus pilas recargables dejan de funcionar, no las eche a la basura. Las baterías tienen grandes cantidades de componentes tóxicos para el medio ambiente, por lo que es una buena idea reciclar sus baterías viejas.
La mayoría de las cámaras digitales de fotografía cuenta con una pantalla LCD de visualización, que le permite al usuario revisar las imágenes capturadas. Sin embargo, las pantallas son responsables de una buena parte del consumo energético total de la cámara y puede agotar en poco rato la carga de sus baterías, por lo que es recomendable apagar la pantalla y tomar sus fotos utilizando el visor óptico siempre que sea posible.
Por supuesto, la pantalla de visualización es la única forma de ver sus fotos y saber como realmente van a quedar, así que necesitara encenderla de tanto en tanto. No es una buena idea activar el modo de revisión de imágenes después de tomar cada fotografía, si no que puede revisarlas en grupos, al finalizar un paseo o cambiar de objetivo.
Si estamos situados a las cámaras tradicionales, a lo mejor no tenemos desarrollado el buen hábito de apagarla cuando no estamos utilizándola. Nuestra cámara digital estará consumiendo sus baterías cuando no la usamos, así que recuerde apagarla cuando el tiempo entre tomas es largo. No es mala idea cambiar el tiempo de espera de la opción de “apagado automático” para ahorrar un poco más de energía (consulte el manual de usuario del dispositivo para averiguar cómo se modifica este parámetro).
– No realice sus tomas en la máxima resolución que ofrece su cámara, salvo que sea realmente necesario. Aunque eso le permitirá obtener imágenes de gran calidad, solo podrá almacenar unas pocas fotos en la memoria de su cámara. Tampoco es una buena idea guardar siempre las imágenes en la mínima resolución, pues eso será un problema a la hora de hacer ampliaciones decentes de sus fotos favoritas.
– Piense para qué va a utilizar las fotografías. Si tienen como destino un sitio web personal, quizás pueda utilizar fotos pequeñas sin problemas (con una resolución de hasta 640 x 480 píxeles). Si desea enviar copias de sus fotografías a los amigos o la familia, puede elegir una resolución media (800 x 600), que le permitirá capturar mas detalles del paisaje sin consumir demasiada memoria.
– Siempre que sea posible descargar las fotografías de su cámara a una PC, hágalo. Des est Evite quedarse sin espacio
a manera siempre contará con espacio disponible para capturar más imágenes.
– Si gusta de imprimir sus fotografías digitales, debería conocer la resolución adecuada a la hora de tomar sus fotos para que no tenga problemas de calidad al imprimirlas. Si las fotografías en papel serán de 10 por 15 centímetros, puede capturar las imágenes con una resolución de 1.280 por 960 píxeles; si piensa hacer impresiones de 13 por 18 centímetros, use una resolución mínima de 1.280 por 1.024 píxeles; si el objetivo son las impresiones de 15 por 20 centímetros, tome las fotos a 1.600 por 1.200 píxeles; para fotos de 20 por 30 centímetros, configure la resolución de su cámara en 2.048 por 1.536 píxeles, y para fotos de mayor tamaño, es preferible que seleccione una resolución de 3.024 por 2.016 píxeles.
– Lo explicado en el párrafo anterior tiene mucho que ver con la cantidad de megapixeles de su cámara, así que debera tener este factor en cuenta antes de realizar su compra. Sepa que las cámaras de 1 megapíxel le ofrecen una resolución máxima de 1.280 por 960, las de 2 megapíxeles 1.600 por 1.200, las de 3 megapíxeles 2.048 por 1.536, las de 4 megapíxeles 2.240 por 1.680 y las de 5 megapíxeles alcanzan hasta 2.016 por 3.024.
– Si bien casi todas las cámaras ofrecen la opción de comprimir sus imágenes, no conviene abusar, ya que esta compresión se logra a fuerza de perder detalles de la imagen. Es recomendable que revise el manual de usuario de su cámara para conocer qué tanta calidad pierden sus fotos al ser comprimidas.
– Cuando vaya quedando poco espacio en la memoria de su cámara, evite grabar videos. Estos archivos resultan ser demasiado pesados, y equivalen al espacio de muchas fotografías.
Cuando esté haciendo el presupuesto para la compra de su cámara fotográficos, calcule una buena cantidad de dinero para la adquisición de tarjetas de almacenamiento, dado que la mayoría no incluyen memoria suficiente como para llevarlas a un viaje, por lo que la compra de tarjetas extra se hace indispensable, sobre todo en las cámaras profesionales, capaces de tomar fotos de alta resolución.
Casi todas las cámaras digitales cuentan con dos tipos de zoom, el “digital” y el “óptico”. Por zoom óptico se entiende la posibilidad de acercar (o alejar) el objeto que estamos por fotografiar, mediante el uso de lentes, de la misma manera en que funciona una cámara convencional. Pero el zoom digital, presente en las cámaras mas económicas funciona de forma diferente. Se limita a realizar una ampliación electrónica de la fotografía tomada, de la misma manera que podemos hacer zoom de una imagen con nuestro ordenador. Esto resulta en la mayoría de los casos en tomas pixeladas o difusas, por lo no es una buena idea utilizarlo con frecuencia.
Si es un fanático del zoom, es recomendable que se compre un pequeño trípode que le ayude a dar estabilidad a la cámara y evite que todas las fotos salgan “movidas” a causa del más mínimo temblor de su cuerpo. Recuerde que por desgracia, las pantallas de visualización que poseen las cámaras no ofrecen suficiente resolución como para notar los defectos causados por el temblor, por lo que suelen ser descubiertos demasiado tarde.
Si va a realizar la mayor parte de sus tomas al aire libre, con buena luz, quizás no tendrá que preocuparse mucho por el movimiento, pues mientras más luz haya en el ambiente, menor será el tiempo que necesitara la cámara para tomar una exposición y la probabilidad de una foto con errores disminuirá.
“Si algo puede fallar, fallara”. Esta máxima de las Leyes de Murphy parece creada especialmente para los ordenadores. Todo el mundo es susceptible de sufrir accidentes con su ordenador: los discos duros se dañan, las tarjetas de memoria pueden averiarse y las fotos almacenadas en su cámara pueden perderse por un descuido.
La forma de no perder sus atesorados recuerdos fotográficos, consiste en que tan pronto como sea posible copie todas sus imágenes en un ordenador y a continuación las almacene en un CD, DVD o realice una copia impresa.
También es recomendable que saque una segunda copia de las fotos en otro CD, eso le permitirá evitar problemas de extravíos cuando mande a imprimir las imágenes en una tienda de fotografía, o se las preste a algún amigo.
Es muy importante que seamos ordenados con nuestras fotografías. El hecho de no tener que pagar revelados hace que saquemos mayores cantidades de fotos, y si no tenemos un método para su catalogado terminemos borrando imágenes que en realidad deseábamos conservar, o perdamos nuestras fotos favoritas entre miles de tomas mediocres.
Tómese su tiempo, cree carpetas temáticas o por fecha, y asigne nombres a cada imagen. Una gran lista de archivos llamados “IMG0001”, “IMG002”, etc. no es muy practico cuando estemos buscando alguna foto en particular.
No se exceda con las tasas de compresión si utiliza algún programa para retocar sus imágenes. No se preocupe si cada archivo ocupa varios megabytes: el almacenamiento en CD o DVD le saldrá centavos por fotografía.
Por ultimo, puede ser una buena idea guardar una copia de sus fotografías favoritas en la red De esta manera, sus amigos y familiares podrán verlas cuando deseen, sin que usted necesite hacerles una copia en CD o DVD. Puede usar alguno de los numerosos sitios web gratuitos que para ello existen en Internet. Luego de montar su álbum en uno de estos sitios, usted recibirá una clave de acceso, que podrá compartir con sus contactos para que puedan apreciar los recuerdos de su viaje.
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