Lisandro Pardo
Existen muchas razones técnicas que colocan en tela de juicio al título, pero en esta oportunidad, apelamos más al lado artístico que al tecnológico. El artista Nickolay Lamm decidió “reinterpretar” al WiFi con la ayuda de una astrobióloga, y el resultado es una serie de imágenes que convierten a una de las tecnologías más populares en una explosión de colores.
Es probable que tengas un router WiFi funcionando en tu hogar, o que te encuentres bajo el rango de uno. En caso de no tener acceso físico al router, la única referencia que nos indica la existencia de una red WiFi está en la capacidad de detección de los dispositivos. En este momento, en mi lugar de trabajo hay tres redes WiFi funcionando. No puedo verlas ni sentirlas, pero están allí. Y lo mismo podría decir de las ondas que llegan al receptor de radio, o de la emisión infrarroja que va desde el mando a distancia hacia el televisor. Todo esto escapa a nuestros ojos.
Intercambio de datos, conexiones que se forman e interrumpen, transferencias de alta velocidad… nuestros ojos no tienen nada que ver con ellas. De hecho, si comparamos lo que podemos ver con el resto del espectro, el resultado es un poco deprimente. Sin embargo, eso no impidió que el artista Nickolay Lamm tome al WiFi, y le de un poco de color con la ayuda de la astrobióloga M. Browning Vogel.
Utilizando a Washington D.C. como modelo, Lamm convierte al WiFi en todo un arcoiris, con diferentes colores representando a cada uno de los canales, y adoptando formas esféricas que se extienden entre veinte y treinta metros. Al mismo tiempo, tal vez Lamm esté forzando un poco más de la cuenta a su interpretación del WiFi si lo comparamos con sus trabajos previos, como la Barbie “normal” con el cuerpo de una mujer promedio, muy bien recibido por su precisión.
Algunas secciones en su descripción sobre el WiFi han provocado cierta incomodidad entre aquellos con un conocimiento mucho más técnico, un detalle que ha sido expresado a través de los comentarios en el sitio oficial. En otras palabras, reconocemos que el trabajo no es técnicamente correcto, pero eso no altera el hecho de que las imágenes son muy agradables a la vista.
