¡Puro cyberpunk de principios de los 90s! En “Hardware” el mundo es mayormente un tiradero radiactivo, un desierto carente de vida. Algunas personas se ganan la vida recorriendo ese páramo tóxico recolectando lo que sea se haya salvado de la catástrofe. La película comienza cuando uno de estos recolectores encuentra la cabeza de un robot enterrada en la arena. Ese robot termina en manos de Jill, una artista de New York que piensa usarla en alguna de sus obras. ¿El problema? La cabeza se reanima y logra rearmarse, hasta transformarse en una máquina de matar. Toda la acción transcurre dentro del piso de Jill, cuya única misión es sobrevivir. Una película pequeñísima, pero claustrofóbica y muy bien hecha.