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Los investigadores no dejan de avanzar en el campo de soluciones para personas discapacitadas. Desde poder controlar comandos con la punta de la lengua, a una interfaz cerebro-ordenador, la tecnología ha alcanzado el punto de interpretar el pensamiento para controlar un aparato.
Audeo es un sistema de control de laringe que permite controlar una silla de ruedas a través del pensamiento de palabras específicas. Los creadores de Audeo son Michael Callahan y Thomas Coleman, fundadores de Ambient, una compañía dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidades, con especial interés en restaurar la capacidad de comunicación.
El funcionamiento de Audeo se basa en las transmisiones de señal entre nuestro cerebro y nuestra laringe. Aunque una persona sea incapaz de emitir sonidos, su "caja de voz" aun recibe las señales emitidas por el cerebro al pensar en una palabra. Esas señales llegan a los músculos de la laringe en forma de impulsos eléctricos, que pueden ser interpretados por una gargantilla con sensores. Las señales son interpretadas y enviadas a través de un enlace inalámbrico a un ordenador cercano que decodifica estas señales y las compara con una serie de "palabras" determinadas durante ejercicios de entrenamiento. De esta manera, la silla puede moverse hacia adelante, atrás o girarse con sólo pensar las palabras clave.
La tecnología de Audeo sigue siendo desarrollada en conjunto con el Instituto de Rehabilitación de Chicago y podría ser utilizada para ayudar a personas con heridas en la espina dorsal, problemas neurológicos o enfermedades motrices. Pero la investigación no se detiene con este logro. Callahan y Coleman dicen que estas "palabras" podrían ser enviadas a un sintetizador del habla, permitiendo que una persona paralizada pueda hablar en voz alta. Confían en que podrían reestablecer el habla – hasta cierto punto – de una persona a través de la interpretación de oraciones completas pensadas por el usuario (con ciertos refinamientos a los algoritmos que Audeo utiliza en la actualidad). A este paso, en un futuro no muy lejano, los ciegos podrán ver, los paralizados caminarán y los mudos podrán hablar; cada vez es más difícil negar que la tecnología es el nuevo dios de la humanidad.
