La última versión del robot humanoide de Honda visitó Nueva York durante el Auto Show Internacional y mostró sus nuevos movimientos, con una destreza inaudita para un robot autónomo. Pero además, ASIMO ha aprendido nuevas habilidades, como el lenguaje de señas. ¿Pero cuándo lo escucharemos conversar con Siri o Cortana?
Luego de alrededor de 14 años, el desarrollo de ASIMO sigue costándole unos buenos millones a Honda pero la compañía no parece tener problemas para asegurarse de que el resultado final lo valdrá. Honda ASIMO (de las siglas en inglés de “Paso avanzado en movilidad innovadora”), sigue el curso de robots como DARPA-Atlas, pero por un lugar un poco más cercano al público y más lejos de la utilidad aeroespacial-militar. Con movimientos simpáticos y una estética más parecida a un niño astronauta, el ASIMO está creado para “ayudar a aquellos en la sociedad que necesitan asistencia”. Los últimos cambios de este y el anterior año han ido por el lado de la destreza y la fluidez, y en el International Auto Show el ASIMO se vistió de protagonista y asombró a todos.
Camina y corre, incluso sube y baja escaleras. También puede abrir una botella y servir una bebida, y tanto si aceptas o no su jugo de naranja, el robot te estrechará la mano cortésmente. Estas características son las que definen a ASIMO en su nueva actualización, presentada en el International Auto Show celebrado en New York la semana pasada. Con 120 cm de alto y pesando 52 kilogramos, el ASIMO tiene la contextura física de un niño de 10 años con huesos muy pesados, pero con una capacidad mucho más receptiva hacia las personas.
Con una actualización en su velocidad y en su balance, el ASIMO ha ganado varios puntos en tanto robot de compañía utilitario, haciendo que sus movimientos sean más fluidos y coherentes con las actividades que realiza. Lo que sucedía antes de la actualización era que algunos movimientos entraban en desfase y las tareas complejas se volvía imposibles para la motricidad fina del robot humanoide de Honda. Hoy día esa etapa está superada, aunque quedan muchas horas de desarrollo y mejoras.
Por otro lado tenemos, el aprendizaje del lenguaje de señas en japonés e inglés, que el robot ha perfeccionado bastante desde la última demostración. La pregunta que surge luego del asombro es sobre cuál será el momento de ver y escuchar al ASIMO hablar al dar asistencia, como lo hacen otros robots menos sofisticados o algunos softwares con cierta “inteligencia artificial”, como Siri o Cortana. Tal vez haya que esperar a la próxima presentación o a su cumpleaños número 15, pero el ASIMO sigue creciendo y mostrándose como un punto de vista válido sobre el robot asistencial del futuro que todos esperamos.
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