Así es, damas y caballeros. El chico malo de la música en línea agotó sus opciones y tuvo que bajar la persiana, pero eso no quiere decir que los usuarios vayan a quedarse con las manos vacías. Como siempre sucede en estos casos, la Web responde rápidamente para llenar los vacíos que se forman, y hoy queremos recordar la existencia de un par de alternativas a Grooveshark bastante robustas.
En el fondo sabíamos que era cuestión de tiempo. Una vez que las fichas estuvieran colocadas en la posición correcta, los abogados simplemente abrirían los silos nucleares para caer sobre Grooveshark con toda su furia legal. Cualquier intento posterior de normalizar la situación fue ignorado, y lo que una vez estuvo entre los servicios más utilizados de la Web, hoy se ha transformado en otro capítulo más de la historia digital. Incluso en la propia despedida oficial de Grooveshark reconocen que fue «un serio error» no haber asegurado las licencias necesarias cuando existió la oportunidad. En resumen, para no terminar recorriendo la ruta escénica de forma similar a Peter Sunde y compañía, los responsables de Grooveshark bajaron la palanca como «parte del acuerdo» con las discográficas, además de ceder toda la propiedad intelectual asociada, incluyendo aplicaciones y plataforma técnica. Firmado, sellado y entregado. Pum, pum, pum. Ahora, ¿en dónde deja todo esto al usuario?
Entiendo que la obviedad nos va a comer crudos en este punto, pero la primera alternativa a Grooveshark, tanto por alcance como por cantidad de temas, no es otra más que Spotify. Si bien nunca faltan los artistas enfadados con el servicio porque dicen «obtener migajas» del streaming mientras sus discográficas les succionan la sangre como viejos vampiros que son, Spotify continúa ganando usuarios y acuerdos alrededor del globo. Para tener una mejor idea, Spotify es el corazón del servicio PlayStation Music, cuando en otra época Sony probablemente le hubiera declarado la guerra. Las publicidades entre canciones siguen allí, y por lo que he visto, las últimas versiones del reproductor suman ads de Google, pero la experiencia general se mantiene en un nivel más que aceptable.
La segunda alternativa nos lleva directamente a Oriente, y se llama NetEase Music. En esencia, es lo más cercano que podemos encontrar a Grooveshark si hablamos de funcionalidad y facilidad de acceso a los temas, pero hay una pequeña trampa: NetEase está completamente en chino. Claro que, para escribir la música que deseamos escuchar en la caja de búsqueda no es necesario dominar el idioma. No tengo ninguna precisión sobre la calidad del audio, sin embargo, todo lo que he buscado allí apareció, así que deberías echarle una mirada. ¿Cuánto tiempo va a resistir NetEase? No tenemos idea, aunque creo que lo más lógico para los abogados occidentales es mantener cierta distancia. El Gigante Rojo de Oriente opera con otras reglas.
Uno podría mencionar servicios adicionales, como por ejemplo Last.fm (que ya no tiene streaming tradicional) y Pandora, pero las restricciones tienden a ser mayores allí. Siendo honestos, Pandora lleva años en línea y ni siquiera ha expresado un interés sólido en cruzar el Atlántico. Estamos en 2015, y la música sigue siendo «un problema sin resolver», cortesía de los viejos fósiles (léase discográficas) que se quieren llevar su control sobre ella a la tumba, al estilo de los viejos faraones. Por supuesto, no puedo dejar fuera del tintero a YouTube. Mucha gente lo utiliza para escuchar música, pero su prioridad no deja de ser el vídeo.
8 Comments
Leave a Reply