Lisandro Pardo
Entusiastas y profesionales por igual necesitan estar lo suficientemente preparados para cualquier sesión de fotografía y/o vídeo, lo cual comienza con una mochila y varios componentes esenciales. Desde baterías y memorias hasta filtros y un simple trípode, la diferencia entre imágenes excelentes y un día perdido puede encontrarse en uno de esos accesorios… o en su ausencia. Hoy vamos a recomendar una serie de cinco elementos que no deben faltar en ningún paquete, y cómo obtenerlos sin incendiar el bolsillo.
Se dice que la suerte beneficia a las mentes preparadas, y aunque algunas de las mejores fotografías del planeta fueron producto de la casualidad, los responsables por su captura se encontraban en el momento y el lugar ideal… con un equipo a la altura de las circunstancias. No importa si estás dando tus primeros pasos en el mundo de la fotografía, o si ya llevas varios años viendo al mundo a través de una lente: Una vez que salimos al ruedo, la ecuación se reduce a la combinación entre la habilidad de fotógrafo, y sus accesorios preferidos para el trabajo. Con el paso del tiempo, cada fotógrafo comienza a desarrollar su propio arsenal y a evaluar múltiples parámetros. ¿Acaso contamos con la energía suficiente? ¿Necesitaremos un par de tarjetas de memoria? ¿O tal vez un filtro para dar a las imágenes ese toque extra? Basta de preguntas. Abre tu mochila, que aquí vienen nuestras recomendaciones:
Memorias, más memorias, ¡y estuches!
Ugh, el espacio nunca es suficiente, ¿verdad? Una vez que llegamos a casa y nos sentamos frente al ordenador es muy fácil saber cuáles son las imágenes que nos sirven y cuáles terminan en la papelera, pero mientras estamos allá afuera queremos capturar «todo», y el espacio «jamás» debe agotarse. Dependiendo de tu cámara necesitarás tarjetas SD o CompactFlash, y afortunadamente la variedad es enorme, con un amplio rango de precios y capacidades. Ahora… no vas a arrojar las tarjetas en la mochila y ya, ¿cierto? Así es como se pierden las cosas: Memorias, trabajos, y cordura. Para evitar eso no hay mejor aliado que un estuche de tarjetas. La gente de Gloxy comercializa una serie muy robusta, y disponible en varios colores, pero también encontrarás estuches híbridos que guardan memorias SD y CompactFlash a la vez.
Trípode
Concedido, es más complicado de lo que imaginamos guardar un trípode dentro de una mochila, pero considera lo siguiente: Tal vez el clima no ayuda, estás cansado, tienes hambre, sed, frío o calor, los mosquitos te comen vivo, y el ruido molesta. Ahora, si además de eso los ojos traicionan, ¿adivina qué? Las manos también. Dejar todo a cargo de la estabilización automática no siempre es una buena idea, y la solución más efectiva sigue siendo un clásico trípode. Puede que no lo necesites en todos los casos, sin embargo, debería estar allí cuando llegue el momento. Un excelente punto de partida es la serie de Triopo, que ofrece un amplio repertorio de especificaciones, y por supuesto, de precios.
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Baterías
Le pasa a los fotógrafos. Le pasa a los camarógrafos. A los YouTubers, a los streamers, a los que dependen del GPS, a los jugadores de Pokémon GO… a todos. La energía nunca es suficiente, por lo tanto, aún con una sola cámara, deberías poseer cierta «redundancia» en materia de baterías. Una vez más regresamos al territorio de Gloxy para explorar opciones. Tomemos un ejemplo: Canon LP-E6, batería relativamente común si las hay. Una unidad extra cuesta apenas 25 euros. ¿Vas a dejar pasar lo que podría ser «la» imagen de tu porfolio porque no tienes una batería de emergencia? Los modelos disponibles alcanzan a otras marcas además de Canon, y si deseas sumar una empuñadura, entonces estás de suerte.
Filtros
Se supone que la belleza, al igual que la verdad, está en los ojos del espectador, pero cuando pisamos los caminos de la fotografía, lo cierto es que contamos con cierto poder de «manipulación» en el buen sentido de la palabra, y entre tantas otras herramientas, debemos destacar a los filtros. El plan puede ser proteger al objetivo, reducir reflejos, modificar los niveles de luz, o simplemente experimentar. Para ello necesitarás filtros ultravioleta, polarizadores, de densidad neutra, y por qué no, infrarrojos. Dentro de esa categoría, la oferta de filtros Hoya es impresionante. Es posible adquirir cada filtro por separado, o en la forma de kits muy accesibles. De más está decirlo, no olvides tener en cuenta la medida de tu objetivo.
Kit de limpieza
Se terminó la sesión, el trabajo está completo, tus tarjetas guardan imágenes excelentes, y probablemente pienses en cómo seguir, pero antes… no suena nada mal una pizca de cariño para tu cámara, ¿no es así? El cuidado preventivo también se extiende a las herramientas de fotografía, más allá de que las uses todos los días, o que permanezcan guardadas durante meses. Todo lo que requiere este paso es un kit de limpieza. Un poco de cepillo, otro de aire, un paño, algunos bastoncillos con algodón en sus extremos, y nada de químicos agresivos. La idea es limpiar, no arruinar, y lo último que quieres ver es una mancha en la lente o en el plástico. ¿Cuánto cuesta algo así? Menos de 25 euros.
Sé que han quedado muchas cosas en el tintero. Parasoles, lentes conversoras, cargadores alternativos, flashes, difusores, fotómetros… creo que pasaría Navidad y Año Nuevo antes de que logre terminar. Pero aquí es cuando intervienen todos los que han leído esto. Nuestros lectores. Mira tu mochila, a tu «flota fotográfica». ¿Qué es lo que no te puede faltar jamás? Los comentarios están abiertos. ¡Buena suerte!
